El fallo del Constitucional alemán sobre el BCE “es una declaración de guerra”

Tribunal Canstitucional alemán

Es una invitación para que otros países ignoren las decisiones que no gusten. La UE insiste en reafirmar la primacía del TJUE sobre el resto de tribunales. El Constitucional alemán pide al BCE que argumente su plan de compras.

El máximo tribunal de la Unión Europea se enfrenta al ataque más duro en sus 68 años de historia, y contra todo pronóstico no proviene del Reino Unido y de los fanáticos del Brexit, sino del motor de Europa: Alemania. En un fallo muy esperado sobre el programa de compra de bonos del Banco Central Europeo (PSPP), el tribunal Constitucional de Alemania, en Karlsruhe, ha acusado al Tribunal de Justicia de la UE de sobrepasar sus poderes al respaldar las políticas del BCE.

Un experto en Derecho asegura a la agencia Bloomberg que este movimiento puede desencadenar algo mucho más grande, es como abrir la ‘caja de Pandora’: “Es una invitación para que otros países, simplemente, ignoren las decisiones que no les gustan”.

El tribunal alemán ha asegurado que la decisión de los jueces de la UE de diciembre de 2018 que aseguraban que el QE estaba en línea con las normas de la UE era “objetivamente arbitraria” y “metodológicamente ya no es justificable”. El Constitucional germano ha dado al BCE un ultimátum de tres meses para corregir los fallos en la medida.

“Esta es una declaración de guerra contra el TJUE, y tendrá consecuencias”, asegura Joachim Wieland, profesor de derecho en la Universidad de Ciencias Administrativas, quien ve el verdadero desafío en la relación futura entre el tribunal de la UE y los tribunales constitucionales nacionales. “Es una invitación para que otros países simplemente ignoren las decisiones que no les gustan”.

Un desafío directo a los jueces

El fallo es un desafío directo a la supremacía de los jueces de la UE, cuyas decisiones son vinculantes en todo el bloque formado por 27 naciones. No es solo la crítica más dura a la que los jueces de la UE se han enfrentado, sino que también crea el riesgo de que otras naciones empiecen a dudar de su autoridad y a cuestionar sus fallos.

“Uno de los tribunales constitucionales de mayor reputación en el mundo calificó la acción de los jueces de la UE de arbitraria“, explica Peter Gauweiler, ex legislador y uno de los demandantes en el caso alemán. El tribunal de la UE “ahora tiene que hacer frente” a eso. El propio Banco Central Europeo ha convocado una reunión de urgencia para analizar el fallo esta tarde.

El choque con Alemania se produce después de que el tribunal de la UE haya intercambiado golpes con el gobierno nacionalista de Polonia por las reformas al sistema legal, por ejemplo.

“Reafirmamos la primacía de la ley de la UE y el hecho de que las decisiones del Tribunal de Justicia de la UE son vinculantes para todos los tribunales nacionales”, explicaba Eric Mamer, portavoz de la Comisión Europea en una conferencia de prensa regular.

El tribunal de la UE no hace comentarios sobre las sentencias de los tribunales nacionales, aseguró por teléfono Juan Carlos González, jefe del servicio de prensa del tribunal.

El programa de compra de activos del BCE ha sido una preocupación para el tribunal alemán desde sus inicios. En 2017, sus jueces solicitaron al tribunal de la UE una decisión provisional destinada a limitar el margen de maniobra del BCE, pero el tribunal de la UE rechazó esta lectura restrictiva de la ley sugerida por sus homólogos alemanes. La UE ganó esa batalla, pero aún no ha ganado la guerra.

El Economista