La apertura de los estancos durante el confinamiento no impidió la caída.
El coronavirus y la crisis económica derivada de la pandemia pone en alerta al sector tabaquero. Las ventas de cigarrillos se desplomaron un 27% en abril, en el que el confinamiento se mantuvo durante todo el mes. Un desplome que no se veía desde marzo de 2013, aunque entonces debido a una subida de impuestos, y que se produjo pese a que los estancos se mantuvieron abiertos desde el inicio del estado de alarma, siendo una de las pocos comercios exceptuados.
Las ventas de cigarrillos durante el mes pasado alcanzaron los 616 millones de euros en el conjunto de la península ibérica, Baleares y Ceuta y Melilla, por los 841 millones del mismo mes del al anterior, lo que resulta en esa caída del 27%, según los datos del Comisionado para el Mercado de Tabacos.
Las provincias que recogieron peores resultados son, por un lado, las fronterizas con Francia: en Girona el retroceso alcanzó el 62%, en Guipúzcoa de un 54% y en Navarra de un 50%. En Huesca también sufrieron una caída abultada, en su caso del 36%, y en Lleida del 32%. Las últimas subidas de impuestos en Francia han provocado una frecuente afluencia de compradores de ese país a las provincias con paso fronterizo en busca de tabaco más barato. El cierre de fronteras decretado por la crisis pandémica explica estas caídas.
Otras de las que más han sufrido en abril son aquellas con una fuerte dependencia del turismo, como Baleares, donde la caída fue del 49%, o Alicante, con un 39%.Medidas por cajetillas de 20 unidades, la caída de las ventas en abril en toda España fue del 26,3% hasta los 137 millones.
De esta forma, el sector da por hecho un año difícil después de unos dos primeros meses que dieron continuidad a los buenos datos experimentados en 2019. En enero y febrero las ventas crecían en el acumulado un 3,3%. En marzo empezaron a verse los primeros signos de la crisis, pero aún de forma tímida. La caída en ese mes fue del 2%, lo que permitió cerrar el primer trimestre del ejercicio con un balance positivo del 1,4%. Ese menor retroceso en marzo, pese a decretarse el estado de alarma el 14 de marzo, se explica desde el sector por las compras de aprovisionamiento realizadas durante los días anteriores ante las dudas sobre si los estancos permanecerían abiertos, y que no se resolvieron hasta última hora.
De cara a los próximos meses, la evolución del sector irá aparejada a la situación económica y, sobre todo, a los niveles de desempleo. En la anterior crisis, la mayor caídas de volúmenes coincidieron con las mayores tasas de desempleo, entre 2012 y 2013, además de por las subidas a los impuestos especiales.Entre 2008 y 2013 se llevaron a cabo hasta cuatro. Pese a que 2019 fue un buen año para el sector, con un aumento de las ventas de casi el 1% hasta 9.089 millones, esta cifra estaba aún un 8% por debajo de los 9.875 millones de 2010.