La crisis que deja el Covid-19 en Cuba debe ser distribuida ‘entre todos’, dicen las autoridades.
El Gobierno de Cuba anunció que trabaja para que se produzcan “las menores afectaciones a los trabajadores y la población en general, pero las habrá”, tras informar de ajustes económicos debido a la pandemia del Covid-19.
El Consejo de Ministros se reunió de urgencia para aprobar modificaciones al Plan de la Economía de este año, que incluyen paralizar temporalmente las inversiones que están en fase inicial de ejecución y no comenzar otras nuevas; favorecer “la reubicación laboral” de los trabajadores y el trabajo a distancia; regular la venta de productos alimenticios y de aseo; así como evitar un incremento de los precios.
“No podemos hacer todo lo que teníamos previsto, ni pretender que ninguna actividad económica se afecte. Tenemos obligatoriamente que posponer algunas, ralentizar el ritmo de otras y prepararnos para la recuperación”, advirtió Alejandro Gil Fernández, viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación.
Acotó que el ajuste “no es para acomodar la economía al escenario actual, sino para reducir y eliminar gastos e imponernos al complejo contexto” que supone el impacto económico global de la pandemia, precisó, según un reporte de la prensa oficial que poco después de su publicación fuera eliminado de medios como Granma y Juventud Rebelde, aunque sitios como CubaSí lo mantuvieron.
Entre tres decenas de medidas anunciadas por el ministro están potenciar la producción agropecuaria; destinar recursos materiales y financieros en divisas, preferencialmente, para las producciones de arroz, plátano, frijol, maíz, boniato, huevos, carne de cerdo y ganado menor; priorizar la acuicultura y la producción nacional de alimento animal.
También, mantener las exportaciones de tabaco, ron, carbón vegetal y productos biotecnológicos, “en los cuales hay que seguir creando reservas para cuando el mercado internacional se estabilice finalmente”, dijo el titular.
“Una economía con cero turismo y arreciamiento del bloqueo no puede seguir trabajando normalmente y que nada pase”, explicó Gil Fernández, aunque subrayó que “no se puede distribuir una riqueza que no se ha creado.”
Gil Fernández explicó las pérdidas de ingresos en divisas que tendrá Cuba en sectores como el turismo, los servicios aeroportuarios, las recaudaciones consulares, “entre otras importantes actividades.” Dijo que los ajustes buscan garantizar la vitalidad del país, la alimentación de la población y “que el impacto económico se absorba con el menor costo social posible; que distribuyamos entre todos los cubanos esta carga en función de salir adelante”, aseveró.
Al intervenir en la reunión, Miguel Díaz-Canel aseguró que la situación generada por el Covid-19 ha demostrado que “el Estado tiene que asumir la planificación y cada vez esta tiene que ser más inteligente y precisa.”
Sin embargo, dijo que las autoridades no pueden conformarse con los ajustes anunciados, “porque estamos enfrentando una crisis mundial”, y comentó que se necesita implementar reformas pendientes “de una manera más rápida, más decidida, más organizada.”
Sin ofrecer detalles, la nota oficial mencionó varias, como algunas referidas a formas de gestión y propiedad; el redimensionamiento del sector empresarial y del privado; y la adecuada relación que debe haber entre ambos.
“No se trata de improvisar, sino de introducir en los esquemas económicos y en las políticas de desarrollo, los nuevos actores y prácticas que han estado aprobadas en la Conceptualización, en los Lineamientos de la Política Económica y Social, y en las Bases del Plan de Desarrollo Económico y Social hasta 2030”, explicó el gobernante.
“Hay que tener valentía y tenemos que hacer las cosas diferente. Haciendo lo mismo no vamos a resolverlo, ni vamos a avanzar más”, concluyó Díaz-Canel.
Sin embargo, en la propia reunión, el ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca Díaz, dijo que “el comportamiento de la estrategia integral de exportación de bienes y servicios del país durante el 2019, en lo que constituyó el primer año de implementación”, no alcanzó los resultados esperados.
Malmierca Díaz culpó de esa situación al “bloqueo” de EEUU, pero reconoció que es todavía limitada la “acción proactiva del empresariado” cubano.