Se trata de un desplome sin precedentes en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
La producción industrial de la zona euro registró en marzo un desplome sin precedentes al retroceder un 11,3% respecto del mes anterior, cuando había bajado un 0,1%, como consecuencia de las medidas de confinamiento implementadas en los países de la región para contener la pandemia de COVID-19, mientras que en comparación con marzo de 2019 el descenso fue del 12,9%, según ha informado hoy Eurostat.
En el conjunto de la Unión Europea (UE), la producción industrial experimentó en el tercer mes del año una caída del 10,4% en relación a febrero, cuando se había mantenido estable. En comparación con el mismo mes de 2019, la producción industrial de los Veintisiete bajó un 11,8%.
Entre los países de la UE, los mayores descensos mensuales de la producción industrial se observaron en Italia (-28,4%), Eslovaquia (-20,3%) y Francia (-16,4%), mientras que los repuntes más significativos correspondieron a Irlanda (+15,5%), Grecia y Finlandia (ambos +1,9%).
En comparación con marzo de 2019, los mayores retrocesos de la producción industrial correspondieron a Luxemburgo (-32,7%), Italia (-29,3%) y Eslovaquia (-19,6%). Por su parte, los aumentos más significativos fueron los de Irlanda (+25,3%), Malta (+5,7%) y Finlandia (+2,8%).
En el caso de España, la producción industrial registró en marzo una bajada mensual del 11,9%, tras haber caído dos décimas en febrero, mientras que el retroceso interanual fue del 12,6%.
Respecto a febrero, la producción de bienes de consumo duraderos en la zona euro cayó un 26,3%, la producción de bienes de capital un 15,9% y la de bienes intermedios un 11%, mientras que la producción de energía retrocedió un 4% y la de bienes de consumo no duraderos cayó un 1,6%.
En términos interanuales, en la zona euro la producción de bienes de consumo duraderos retrocedió un 24,2% y la de bienes de capital un 21,5%, mientras que la de bienes intermedios bajó un 11,8% y la de energía un 6,7%. Por su parte, la producción de bienes de consumo no duraderos disminuyó un 0,8% interanual.