La pandemia de Coronavirus ha puesto el mundo patas arriba. Las medidas de confinamiento, aunque hayan sido necesarias para salvar vidas, han provocado una crisis económica en prácticamente todo el mundo.

Según Ignacio Muñoz Alonso de Inversis, el 90% de los países van a entrar en recesión durante este año, algo que jamás había ocurrido. Lo más cercano que hemos visto fue lo que ocurrió en el año 2009, año donde el 60% de los países del mundo entraron en recesión.

La clave será el segundo trimestre

Aunque está muy claro que habrá recesión, no está tan clara su profundidad. Hay diversas estimaciones con respecto a los efectos de la crisis, tanto a corto, como a largo plazo.

Por ejemplo, el Gobierno de España ha previsto una caída de un 9,2% del PIB en nuestro país y una recuperación rápida en V, creciendo 6,8 puntos durante 2021. Otros como el Banco de España no son tan optimistas, pues prevén una caída del 13,6% y una recuperación más lenta.

A nivel global ocurre algo parecido, pues parece que nadie logra ponerse de acuerdo en los efectos a largo plazo de esta recesión. Aunque parece que no se ponen de acuerdo, es lógico que haya dudas, pues hay una gran incertidumbre con respecto a la evolución de la enfermedad.

Los efectos van a depender de varios factores, como por ejemplo el tiempo que dure el confinamiento, la existencia de vacunas, la posibilidad de repuntes y segundas oleadas y la realización o no de test entre otras cosas.

Así mismo, no solamente depende de lo que haga cada país por separado porque estamos en una economía global. Por ejemplo, si tu país lo hace bien pero el país vecino al que le importas materia prima lo hace mal, podría verse afectada la cadena de producción. Lo mismo ocurre con los países exportadores, que podrían dejar de comprar productos de tu país.

Además, la mayoría de estimaciones se han hecho en base a las caídas del primer trimestre. Durante los primeros meses del año, solamente hubo estado de alarma durante unas semanas en el mes de marzo. Habrá que ver los efectos en el segundo trimestre observando algunas variantes, como los cambios en las condiciones de financiación, el comercio internacional y los precios de las materias primas.

Para evitar una crisis a largo plazo, los expertos piden intervención. Se trata de lograr que el confinamiento no afecte al tejido industrial a largo plazo y de que se salga rápido de la recesión.