Alemania intenta que las familias adelanten sus decisiones de consumo. El ahorro involuntario de estos meses podría apoyar la economía ahora. El IVA es una de las figuras tributarias más regresivas por su tipo fijo.
Mientras que en España el Gobierno debate qué impuestos se deben subir próximamente para incrementar la recaudación, en Alemania el recién aprobado plan de estímulos ha venido con una rebaja fiscal debajo del brazo. El Gobierno de Ángela Merkel ha rebajado el IVA general en tres puntos porcentuales hasta el 16% y el reducido en dos puntos hasta el 5%. Una medida temporal que pretende relanzar el consumo y reducir así el impacto de la crisis del coronavirus. España tiene un tipo general de IVA del 21%, uno reducido del 10% y otro súper-reducido del 4%.
Las crisis económicas afectan a los países con diferente intensidad. Una buena parte del impacto depende de la estructura de la economía y del marco legislativo que rige sobre el país (mercado laboral, por ejemplo) en ese momento. Pero otra buena parte también depende de las decisiones que se toman en tiempo real para luchar contra el impacto económico: planes de estímulo, medidas para suavizar la destrucción de empleo o modificar la fiscalidad para apoyar a familias y empresas. Alemania supo salir bien parada de la anterior crisis y ahora está poniendo las bases para superar esta recesión con mayor entereza que el resto de países europeos. También es cierto que tiene más margen para hacerlo.
Adelantar el consumo fururo
“El enorme nuevo paquete fiscal de 130.000 millones de euros (4% del PIB) para 2020 y 2021 acordado por la Gran Coalición de la canciller Angela Merkel el 3 de junio contiene una gran sorpresa para nosotros: el recorte temporal del IVA de 3 puntos porcentuales de unos 20.000 millones de euros (2pp para el tipo más bajo) para el segundo semestre de este año”, comentan los analistas de Citi.
Este tipo de medidas rápidas y temporales no son algo nuevo. “El Reino Unido implementó un recorte similar para impulsar el consumo en la crisis de 2008/9 con cierto éxito”. La idea es que los hogares adelanten algunos gastos en consumo en ciertos bienes duradero (lavadoras, televisiones, frigoríficos…), lo que desencadena un círculo virtuoso de demanda creciente que se alimenta a sí mismo.
Si bien es cierto que este tipo de medidas lo que hacen es adelantar el consumo futuro (por lo que más adelante el consumo podría verse resentido) se consigue que la demanda interna resista en el momento más crítico, lo que puede ser vital para mantener puestos de trabajo.
Desde el banco suizo UBS también alaban la medida que podría tener un impacto considerable en el PIB junto con el plan de estímulo anunciado. “Para nuestras proyecciones del PIB supone un estímulo de la demanda por valor del 2% del PIB, que se implementará en el segundo semestre de 2020 con un multiplicador fiscal de 1”.
“Este paquete cumple ampliamente con estas expectativas y esperamos que el consumo de los hogares se beneficie este año. El recorte temporal en la tasa del IVA inducirá a los hogares a adelantar compras especialmente grandes en el segundo trimestre de 2020 y reducirá la tasa de ahorro”, destacan los expertos de UBS. Esta medida es de carácter transitorio para amortiguar el bache que sufre el consumo, en 2021 el IVA debería recuperar sus tipos originales.
Por otro lado, la bajada del IVA puede suponer una ayuda para las familias más vulnerables, pues esta figura impositiva es de las más regresivas (en términos fiscales) puesto que grava con el mismo tipo a todas las familias independientemente de la renta que tengan. Una familia con ingresos de 100.000 euros anuales paga el mismo tipo de IVA que un hogar con ingresos de 20.000 euros. Además, las familias con mas pobres se ven obligados a consumir una mayor parte de su renta en gastos fijos (alquiler, comida…), por lo que el IVA termina gravando una mayor parte de la renta de los hogares más vulnerables.
El mayor margen de Alemania
Grandes estímulos, rebajas de impuestos y ajustar el mercado laboral a través de reducciones de jornada son las principales herramientas de Alemania para combatir la crisis. Alemania parte de una posición de ventaja respecto a España por el elevado margen fiscal que posee el Gobierno de Merkel, lo que supone una mayor capacidad para maniobrar a través de estas medidas.
España ha llegado a la crisis con una deuda pública cercana al 100% del PIB y un déficit público superior al 2% del PIB. Por el contrario, Alemania llevaba varios años acumulando superávits fiscales que han llevado a la deuda pública a caer por debajo del 60% del PIB en el último trimestre de 2020. Algunos analistas prevén incluso que la recesión de Alemania será de un 2,1%, frente a los pronósticos más pesimistas sobre España que hablan de una recesión superior al 10%.
El Gobierno de España debate qué impuestos se pueden y se deben subir en el futuro para afrontar la gran consolidación fiscal que viene. Aunque aún no se ha incrementado el tipo de ninguna figura ni se han aprobado nuevos impuestos en los últimos meses, este tipo de medidas pueden suponer un lastre para la inversión y la demanda interna, como explicaban Alberto Alesina (Harvard), Carlo A. Favero (Universidad de Bocconi) y Francesco Giavazzi (Universidad de Bocconi), profesores de economía que han publicado recientemente el libro ‘Austeridad, cuándo funciona y cuándo no’.