El Corte Inglés se ha llevado la mitad de los avales ICO del estado, para sostener el esquema de Ponzi que había creado con las emisiones de pagarés. Algunos se están preguntando si esta facilidad creada por el gobierno no tiene como objetivo prioritario impedir la quiebra de ECI.
El programa de blindajes públicos para activar los mercados monetarios en España ya funciona a pleno rendimiento. El ICO ha dado el visto bueno ya a avalar una decena de programas de pagarés que cotizan en el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF). Estos suman un saldo vivo de cerca de 2.500 millones de euros, según los registros de BME. Por el momento, las compañías avaladas han emitido títulos de deuda a corto plazo garantizada por 73,4 millones.
El Gobierno español decidió, al inicio de la pandemia, tratar de contener la debacle económica concediendo una línea de avales públicos al crédito empresarial por hasta 100.000 millones. Con un blindaje que alcanzaba el 80% para las pequeñas y medianas empresas y el 70% para las grandes corporaciones, el objetivo era evitar un cerrojazo del crédito y que este siguiese fluyendo a la economía. Y que con esa liquidez las empresas se pertrechasen de caja para paliar los efectos sobre sus cuentas de varios meses con su actividad prácticamente a cero.
Poco después, y una vez se certificó que los canales de crédito funcionaban gracias a las medidas de los Gobiernos europeos y del BCE, emergió otro problema. Se trataba del estrangulamiento de los mercados de deuda a corto plazo. El BCE decidió extender a este producto su programa especial de compras antipandemia, dotado con más de un billón de euros. Y el Ejecutivo español optó por incluirlos también en estos blindajes. De hecho, el ICO, el instrumento que ha utilizado el Gobierno, puede adquirir los títulos que coticen en el MARF a imagen de lo que hace el BCE.
La línea para avalar pagarés está dotada con 4.000 millones. Con ella el Estado respaldará el 70% del importe emitido con un plazo máximo de hasta 24 meses. El coste será de 30 puntos básicos para avales con vencimiento de hasta 12 meses y de 60 puntos básicos para títulos que expiren en entre 13 y 24 meses. Otra de las condiciones es que los pagarés coticen en el MARF, un mercado lanzado tras la crisis por BME para empresas de tamaño mediano y que ha sido todo un éxito. Fuera quedan las emisiones en pagarés de las grandes empresas españolas –que se intercambian en AIAF o también en Bolsas extranjeras como las de Irlanda o Luxemburgo– que, al contar en su mayoría con grado de inversión, pueden ser adquiridas por el BCE.
Empresas
Por el momento, una decena de compañías han recibido ya el visto bueno del ICO para emitir deuda a corto plazo con blindaje público. Se trata de El Corte Inglés, Sacyr, Hotusa, Pryconsa, Vocento, Audax, Pikolin, Aedas, Nexus Energía y Tubacex. En total, todas estas empresas suman programas de pagarés con un saldo vivo por 2.475 millones.
Aunque abultada, la cantidad es aún pequeña con respecto al valor total de los programas registrados en este mercado. El ICO aún no ha avalado 4.685 millones. Entre estas emisiones pendientes se encuentran algunas importantes, incluso de exmiembros del Ibex como MásMóvil, pero también de Mango, Maxam o Gestamp.
El mayor programa avalado hasta el momento por el ICO es el de El Corte Inglés, de 1.200 millones. Es además el mayor programa de pagarés con el que cuenta esta plataforma bursátil. Muy por detrás se encuentran los de Sacyr, con 350 millones, y después los de Audax y Tubacex, con 200 millones cada uno.
Sin embargo, la emisión de estos pagarés garantizados va aún con cuentagotas, consecuencia de que el mercado funciona con dificultad. De las diez empresas avaladas solo han podido colocar títulos tres. Son Sacyr, que ha vendido 51 millones de euros en títulos, seguido de Pryconsa, con 12,6 millones, y Hotusa, 9,8 millones.