Entrevista de Daniel Estulín a Miguel Bosé

El artista español debate sobre una supuesta conspiración del ‘estado profundo’ con el analista ruso que alcanzó fama internacional por su trabajo sobre el Club Bilderberg.

Estulin es un analista ruso de contrainteligencia y escritor de éxito. En sus obras denuncia las maniobras de las élites que constituyen el denominado “estado profundo” en los estertores del sistema capitalista, hegemónico tras la caída del bloque soviético.

En su canal de YouTube aborda asuntos candentes relacionados con el nuevo orden mundial. Fue en ese rincón virtual donde entrevistó a Miguel Bosé, cuyas contestatarias opiniones han calado en un gran segmento de la población española. Les adelantamos un extracto:

Daniel, llevan siglos mintiéndonos en todo. La historia es falsa, la geografía es falsa, la política y sus consecuencias son falsas. En este tiempo en que no he podido trabajar porque no hay trabajo me he dedicado mucho a leer y a estudiar y me he dado cuenta de la cantidad de mentiras que nos han estado inculcando”.

Bosé llega tan lejos en el debate con Estulin que YouTube ha eliminado el vídeo por infringir la normativa de la OMS en cuanto a las recomendaciones para afrontar la Covid-19. Para los interesados continúa colgado en la plataforma Bitchute. Al menos, de momento. En la parte inferior tienen el vídeo.

“Para qué han armado la que han armado con este bicho si nos podían haber explicado a los infrahumanos cuáles eran sus intenciones: una deuda universal insoportable, que ya no hay manera de asumir. Y si hubiesen dicho “nos hemos equivocado, no hay salida y vamos a resetear todo esto. No hace falta que os pongáis bozal ni os quedéis en vuestras casas”, protesta Bosé por videoconferencia.

“¿Te sorprendió el recibimiento, vulgar y violento, de los medios en España?”, le pregunta Estulin respecto a aseveraciones tales como que los Gobiernos mienten al ciudadano o su negativa a la necesidad de usar mascarilla, entre otras teorías. Todo ello lo volvió a repetir en la charla con el analista ruso: “No, yo esperaba un ataque. La no alineación en el mensaje te expone a denostaciones, humillaciones y mofas de todo tipo. Era consciente de que iba a tener que pasar por esta fase”.

A lo largo de una hora, Bosé Estulin se mueven en el difuso marco de quien sabe algo pero no está seguro de cómo debe contarlo: censura, medios manipulados, desconfiar sobre lo que nos cuentan acerca de la pandemia, la necesidad de rebelarse contra un supuesto plan de control…

La inconcreción del discurso de Bosé nos mueve a preguntar directamente a Estulin qué quería explicar el cantante. Nos responde desde Toronto (Canadá), donde vive actualmente.

“Las élites tienen miedo no solo de que el sistema mundial basado en el dólar (el modelo Bretton Woods) esté siendo destruido, sino que caiga un mecanismo mucho más importante para legitimar la propiedad. La gente se rebela contra el banco que echa de su casa a un anciano de 90 años.

Entre 1991 y 2008 Occidente vivió a coste de antiguo bloque soviético pero ahora, alcanzado el límite del crecimiento, ¿a costa de quién van a vivir? El pueblo está perdiendo miedo porque casi no tienen nada más que perder. Y que alguien de fama mundial como Miguel Bosé enseñe las incongruencias del poder, les provoca terror”.

Bosé exige su derecho a una información clara al margen de la “dictadura político farmacológica”. Ocurre que estamos ante un virus nuevo cuyo comportamiento no se conoce bien, lo que explica que las recomendaciones de la OMS hayan ido variando. No lo cree así Bosé ni tampoco Estulin:

“La Covid-19 no la provoca un virus nuevo sino una mutación estándar de la clase de los coronavirus. Y según los estándares de la misma OMS, el grupo más peligroso de virus incluye peste, viruela y fiebres hemorrágicas; en el segundo grupo, están el cólera, tifus, enfermedad de Brill, hepatitis viral, etc. El coronavirus es la parte mas débil de este segundo grupo. No da como excusa para destruir el mundo, justo lo que han hecho las autoridades”.

¿Han hablado científicos con currículum para denunciar ese presunto plan? No parece creíble ni para una charla de taberna que todos los virólogos del mundo estén siendo manejados por hilos invisibles. Si hay científicos de prestigio negacionistas, les resultaría muy sencillo romper el silencio en internet sorteando la supuesta censura de los mass media. Estulin tiene respuesta.

“Mi entrevista a Miguel Bosé fue borrada a los dos días por ‘cuestionar la eficacia de las directrices recomendadas por la OMS’. Ahora bien, si hablásemos de qué es la OMS… Hay casos como la espeluznante campaña de erradicación de viruela a mediados de los 60 en África”.

Con respecto a la censura, Estulin añade la exclusión del documental Vaxxed sobre la vacuna del autismo del festival Tribeca porque chocaba contra las tesis de la CDC americana y una corrupción brutal en la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) de EEUU. Pero, concretando, va un nombre a tener en cuenta: “Marcia Angell, directora durante 20 años de New England Journal of Medicine, la revista médica más prestigiosa del mundo, declaró que ya no podía fiarse de los estudios médicos publicados en los boletines”.

Volvemos a la hipótesis de Miguel Bosé: las élites han puesto en marcha un experimento nunca visto en el orden del control social. Dado que la pandemia afecta a todas las multinacionales que conocemos, ¿quién gana con la caída de la economía a nivel global? Contesta Estulin:

“La Covid-19 es solo un catalizador; la verdadera crisis comenzó en verano de 2019 con el pánico de la Reserva Federal y el BCE al alcanzar al limite de crecimiento del 5º paradigma económico (la era posindustrial) y las élites decidieron aprovecharse de las circunstancias. Dado que la quiebra sistémica nos tocará de todos modos porque la economía mundial no da para más, intentemos obtener al menos algo a nuestro favor”.

Parece evidente que una buena parte de las multinacionales que tenemos en mente se quedan fuera de ese reparto. No es el caso de las digitales: “Todas las exigencias de cuarentena han resultado propicias para llevarnos al sexto paradigma, el tecnológico: mundo virtual, educación a distancia, teletrabajo, producción sin la participación del ser humano… Y el altísimo desempleo que este cambio traerá, se achacará a la pandemia, no a la transición a un nuevo orden. Se trata de un reseteo total, de una jugada muy bien diseñada”.

Estulin es no solo divulgador rebelde sino coronel retirado. Como militar, nos asegura –las razones harían este artículo demasiado extenso– que no tiene ningún sentido considerar el virus causante de la Covid-19 como un artificio humano.

Sin embargo, su aparición ha supuesto una especie de bendición para ese ‘estado profundo’: entre las más alucinantes teorías conspirativas asociadas oídas estos días, está la conjunción de la pandemia, la nanotecnología y el despliegue de la red 5G para una supuesta trama de control individual de toda la población humana.

El asunto sería una bicoca en manos de un autor de ciencia ficción con talento que aspirase a ganar el premio Locus. Estulin nos lo desgrana: “El modus operandi sería el siguiente: la nanotecnología se introduce vía las supuestas vacunas, que nada tienen que ver con la salud ni con el coronavirus. El más importante objetivo es implementar un sistema de transacción digital que se puede combinar con identificación digital y seguimiento electrónico. Esto nos lleva al fin del dinero tal como lo conocemos con el objetivo de canalizar los flujos económicos y preservar el control del sistema financiero”.

Lo que expone Daniel Estulin ya lo esbozó hace 17 años en su primer trabajo sobre el Club Bilderberg –la nanotecnología inyectable como elemento de la dictadura electrónica– ahora lo detalla: “El mismo Bill Gates que instaló un sistema operativo en nuestras computadoras pretende instalar un sistema operativo en nuestros cuerpos y este virus les resulta muy útil para inocular una instalación inicial seguida de actualizaciones regulares. El respaldo burocrático y legal les resulta muy fácil de lograr”.

Detrás de todo ello se esconde un intrincado castillo tecnológico cuyo objetivo es ser el primero en alcanzar el dominio total de la inteligencia artificial. La Guerra Fría 2.0 ya ha comenzado a librarse.

La Vanguardia