Las tasas oficiales de desempleo solo muestran la punta del iceberg del impacto de la pandemia en el mercado laboral.
La pandemia del covid-19 ha dejado sin empleo a millones de trabajadores en todo el mundo, pero de acuerdo con algunos economistas, las cifras de las estadísticas oficiales de desempleo solo muestran la punta del iceberg. El número real de personas que ha perdido su trabajo sería mucho mayor si se tiene en cuenta a aquellos cuyos trabajos están protegidos por esquemas como los ERTE, los que han dejado de formar parte de la población activa y los que no pueden trabajar tantas horas a la semana como desean.
Más de 25 millones de personas en la zona del euro y de EEUU están oficialmente desempleadas, según los datos publicados la semana pasada. Pero de acuerdo con los economistas de Allianz, el verdadero impacto de la pandemia en el mercado laboral de algunos países será “mucho más terrible” de lo que sugieren las estadísticas oficiales y advierte de que “la fuerte caída de la población activa no tiene precedentes recientes”.
El brusco aumento de la inactividad puede explicarse en gran medida por las características especiales asociadas con la recesión del covid-19, como son las severas limitaciones de movimientos, la imposibilidad de buscar trabajo activamente o el cuidado de los niños por el cierre generalizado de escuelas, aunque en la mayoría de países las restricciones se suavizaron significativamente durante el verano.
Allianz ha recalculado las tasas de desempleo sumando los cambios en la población inactiva desde febrero tanto al numerador (los desempleados) como al denominador (la población activa) y ha resuelto que el “desempleo oculto” en las principales economías desarrolladas aumenta la tasa de paro en alrededor de 6 puntos porcentuales en países como España o Irlanda, 3 en EEUU y 1 en Italia, Canadá y Portugal.
En España, la tasa oficial de desempleo, que se situó en el 13,6% en febrero, subió al 16,2% en agosto. Pero si se tiene en cuenta el paro oculto subiría al 21,9%.
Es probable que parte de este desempleo oculto, mucho mayor al observado en recesiones anteriores, se haga visible en las estadísticas oficiales cuando se publiquen los datos de septiembre a finales de este mes, porque los padres volvieron a ingresar al mercado laboral cuando las escuelas reabrieron.
Mientras, la tasa de paro de la zona del euro ha pasado del 6,5% en febrero al 8,1% de agosto. Pero según publica Financial Times, Aline Schuiling, economista de ABN Amro, calcula que el verdadero nivel de desempleo en la región es al menos 4 o 4,5 puntos porcentuales más que la tasa oficial.
En septiembre, Marc de Muizon, economista de Deutsche Bank en Londres estimó que la tasa de paro ‘latente’ de España se situaba en el 19,7%, mientras que la media de las cuatro mayores economías europeas (Alemania, Francia, Italia y España) era del 10,4% frente al 8,3% oficial de julio.
¿Qué consecuencias tendrá este desempleo oculto para empresas y consumidores?
Allianz cree que es probable que se sobreestimen las perspectivas de recuperación para el consumidor mundial. De hecho, calcula que por cada mes adicional que los desempleados ocultos permanecen fuera del mercado laboral, el consumo privado global incurre en una pérdida “oculta” de 14.000 millones de dólares (el 0,3% del PIB mensual).
Cuanto más tiempo permanezca la población recientemente inactiva fuera del mercado laboral, más fuerte será el impacto “oculto” en los sectores de consumo que son particularmente sensibles a la recesión del covid. Además de aquellos que ya de por sí sufren en medio de una recesión económica (muebles, ropa y calzado), el gasto en servicios como transporte, recreación y cultura, restaurantes y hoteles se verá particularmente afectado.