Los ingresos del Estado se reducen este año en 27.400 millones

Impuestos

Sociedades, con un 13,2%, es el tributo con un mayor desgaste en términos porcentuales. Hacienda confía en aumentar la recaudación el año próximo un 7,3%, hasta 493.940 millones.

Los ingresos del Estado descenderán este año casi 27.500 millones de euros en relación con los obtenidos el pasado 2019, lo que implica una caída del 5,6%, según se recoge en el documento del Plan Presupuestario 2021 que remitió el Gobierno a la Comisión Europea (CE) el pasado jueves. En total, el Estado prevé unas aportaciones a las arcas este año de 460.391 millones de euros.

Respecto al próximo ejercicio fiscal pronostica un repunte de los ingresos de 33.500 millones de euros, un 7,28% respecto al presente 2020, hasta colocarse muy cerca de los 494.000 millones de euros. De conseguir tales niveles de ingresos en 2021, la recaudación del Estado del próximo año se situará un 1,25% por encima de la obtenida el año pasado; es decir, 6.135 millones más.

El aumento de esos 33.500 millones en la recaudación del próximo año se debe a un doble efecto, según explica el Ministerio de Hacienda, autor del plan, a la Comisión Europea. Por un lado, a la introducción de cambios en la normativa fiscal, que reportarán al Estado 6.847 millones de euros. Los otros 26.650 millones de mayores ingresos procederán del aumento de la actividad económica, que el Ministerio de Economía ha cuantificado en un incremento del 9,8% del PIB.

IVA e impuestos especiales

Pero volviendo a las fuertes caídas de los ingresos del presente año, en términos absolutos son los impuestos sobre productos (el principal es el IVA, pero también los impuestos especiales) los que registrarán las peores cifras, 15.523 millones de euros menos, un 12,8% en términos porcentuales. Hacienda lo explica por la mala evolución del gasto en consumo final nacional privado con una caída esperada en el año del 12,6% y el nulo crecimiento del deflactor del gasto.

Sin embargo, medido en términos relativos, la figura peor parada ha sido el Impuesto sobre Sociedades cuyos ingresos se reducen este año un 13,21%, aunque en valor absoluto son 3.400 millones de euros dada su menor potencia recaudatoria. En cualquier caso, Hacienda remarca que la caída es similar a la sufrida el año pasado por la caída de los beneficios empresariales.

El IPRF es, entre los grandes, el tributo al que ha afectado menos la crisis del Covid, con un descenso del 1,1% que en términos absolutos se limita a 1.136 millones de euros. Esto se debe en gran medida a la extensión de los Ertes que ha evitado una desplome del empleo y ha sostenido los ingresos por retenciones sobre los trabajadores.

Menos detalles aporta el Plan referente al descenso de las cotizaciones a la Seguridad Social. Se limita a decir que supondrá un 2,51% menos, aunque aporta la pista de que lo recaudado equivale el 14,2% del PIB de 2020 (156.960 millones de euros). Lo que supondría un descenso de unos 4.000 millones en la recaudación respecto a 2019.

Previsiones de 2021

Sobre el año próximo, además de los cerca de 2.340 millones que aportarán tres nuevos tributos, el mayor repunte recaerá en los impuestos sobre productos con un incremento del 17,7%, superando la recaudación, de conseguirse, del año pasado. Hacienda sustenta esta cifra en la recuperación del consumo y las subidas en IVA e impuestos especiales que prepara. En total, aspira a recaudar 124.400 millones.

En porcentaje, Sociedades será el segundo tributo donde más espera Hacienda incrementar la recaudación, un 13,9% hasta los 24.465 millones de euros. Aumento gracias al los mayores beneficios y, nuevamente, a algunos cambios en la norma que aportarán más ingresos. Pero sin especificar cuáles.

El IRPF recaudará, siempre sobre las estimaciones del Gobierno, 10.000 millones de euros más que este año, un 9,6% hasta los 112.047 millones de euros. Sobre las cotizaciones sociales, el plan Presupuestario se limita a decir que repuntarán el año próximo un 1,37%, lo que podría suponer algo más de 159.000 millones de euros.

Moncloa prevé ingresar 9.000 millones, pero elude detallar con qué impuestos para no arriesgar la negociación de Presupuestos

El Gobierno ha dicho a la Comisión Europea que adoptará un paquete de medidas fiscales que supondrán unos ingresos adicionales de 6.847 millones de euros para el 2021 y otros 2.323 millones el próximo año.

Un total 9.170 millones según el Plan Presupuestario que el Ministerio de Hacienda remitió ayer a Bruselas. Algunas medidas ya eran conocidas, incluso su impacto recaudatorio; sin embargo, La Moncloa no detalla a la Comisión Europea cómo se actuará en los grandes impuestos, aunque sí especifica cuánto se obtendrá de ellos. De esta manera, el Gobierno no se ata las manos para poder negociar los Presupuestos Generales, primero con su socio Podemos, y luego con otras fuerzas políticas.

Aunque Hacienda no desgrana muchas de las medidas fiscales, aporta a la Comisión Europea algunas pinceladas. Para empezar, la entrada en vigor de los dos nuevos tributos aprobados ya en el Congreso la Tasa Google y la Tasa Tobin. Con el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales, prevé unos ingresos de 968 millones de euros anuales, y el Impuesto sobre Transacciones Financieras, de 850 millones. Unos 1.800 millones entre las dos nuevas figuras.

Pero Hacienda también quiere impulsar la fiscalidad medioambiental, como la creación del Impuesto sobre Envases de Plástico, cuyo trámite de información pública ha finalizado ya, y por el que prevé ingresar 491 millones anuales.

Igualmente, desvela el incremento del IVA de las bebidas azucaradas y edulcoradas del 10% al 21%, que llevará a las arcas del Estado 340 millones el próximo año y aumentará en otros 60 millones en 2022. El ministerio de Consumo planteó la creación de una nueva figura impositiva para las bebidas azucaradas, pero Hacienda lo echó para atrás.

Incógnita de 5.633 millones

Pero más de la mitad de los nuevos ingresos, 5.633 millones de euros sobre los 9.170 para el próximo bienio, son ingresos ambiguos. Los agrupo en tres grandes bloques. El primero, dedicado a la fiscalidad verde, habla en genérico 1.311 millones de aumento de ingresos en 2021 a los que se añaden otro 50 millones en 2022, en total 1.361 millones de ingresos extra a la largo del próximo bienio.

En la explicación, Hacienda aclara que el nuevo impuesto sobre los Envases de Plástico está dentro de esta ofensiva, aunque no lo incluye dentro de estos 1.311 millones. No se sabe pues, a que tributos medioambientales se refiere, si son nuevas figuras o parte de las ya existentes. Se lleva mucho especulando con una subida al diésel y la gasolina en el Impuesto especial de hidrocarburos, pero nada dice el plan Presupuestario.

Un segundo bloque con medidas en el ámbito de la imposición directa, que aportará 550 millones extra el próximo año y otros 1.998 en 2022, pero sin especificar. Se limita a decir que “se introducen un serie de medidas que permiten reforzar la progresividad del sistema impositivo, logrando obtener una recaudación adicional para contribuir en el momento actual al mantenimiento del Estado de Bienestar”.

En este bloque se podría incluir un aumento en los tipos a las rentas más altas como demanda el socio de Gobierno Podemos o la modificación de los incentivos a los planes de pensiones que se da también por hecho, ambos en el IRPF. Pero tampoco hay que descartar que se pudiesen modificar algunas bonificaciones en el otro gran impuesto directo, el de Sociedades.

La tercera incógnita está en las medidas en el ámbito de la imposición indirecta que generará, según las previsiones de Hacienda 1.509 millones extra en 2021 y otros 215 añadidos en 2022, en total 1.724 millones de euros. Entre los impuestos indirectos, el rey absoluto es el IVA. Aunque Hacienda ha remarcado explícitamente que obtendrá 400 millones con el aumento del 10% al 21% en las bebidas azucaradas, no detalla qué otras modificaciones se pueden producir para obtener esos 1.724 millones de euros.

Se ha especulado con la subida de la sanidad privada y la educación privada. También se podría tratar de otros impuestos indirectos como los especiales, que entre otros están a los hidrocarburos, a las bebidas alcohólicas o al tabaco.

Lucha contra el fraude

Por último, el Plan Presupuestario pone cifras al efecto recaudatorio de la lucha contra el fraude (que todavía tiene que pasar el trámite parlamentario) a través de la limitación de los pagos en efectivo que permitirá ingresar 218 millones de euros en 2021, el refuerzo de la lista de morosos que ascenderá a 110 millones, y a través de las prácticas internacionales en la prevención y lucha contra el fraude fiscal se recaudarán otros 500 millones.

De todas formas, el próximo año los ingresos fiscales aumentarán en 33.447 millones, según las estimaciones que el Gobierno remitió este jueves a Bruselas en su plan presupuestario de 2021, pues a los 6.800 millones derivados de las medidas fiscales hay que sumar el incremento de la recaudación que se derivará del crecimiento del PIB (un 9,8% en 2021).

No obstante, a pesar de estos mayores ingresos, la presión fiscal se reducirá, según explica el Gobierno a Bruselas del 37,7% del PIB de este año al 36,8% del PIB de presente año, aunque por un ajuste aritmético, pues el PIB del año próximo será superior al que termine este año.

Gasto estructural

En el marco presupuestario que el Gobierno ha enviado a Bruselas y al margen de las partidas derivadas del Covid-19 y los fondos procedentes de la UE para costear proyectos de inversión (27.500 millones de euros), el “límite de gasto homogéneo” habría crecido de los 127.609 millones de 2020 a los 136.779 millones, lo que supone un aumento del 7,2%.

Una subida que el Gobierno explica en las nuevas partidas del Ingreso Mínimo Vital, más dinero para dependencia, el permiso de paternidad retribuido de 16 semanas, y reforzar la educación, todos ellos gastos estructurales. También, para cubrir las mayores aportaciones de España a la UE.

Revalorización de las pensiones

La revalorización de las pensiones en 2021 con el IPC (0,9%, según estima el Gobierno) tendrá un coste de 1.439 millones de euros, de acuerdo con las previsiones que realiza el Ejecutivo en el Plan Presupuestario. Nada dice el documento de la subida del salario de los funcionarios, que también se ha especulado en ese 0,9%.

Respecto al gasto, pocas novedades sobre lo conocido. Serán unos Presupuestos expansivos, aunque el ratio del gasto se reducirá del 53% sobre el PIB de este año al 48% para el próximo. Aunque en términos absolutos, supondrán 2.419 millones más que el año pasado, con un techo de gasto aprobado de 196.097 millones de euros, un 53,7% de crecimiento sobre el de 2020.

A última hora

El Gobierno volvió a apurar los plazos y remitió a última hora de la tarde a la Comisión Europea el plan presupuestario del año 2021. El ejecutivo de Pedro Sánchez tenía hasta este día 15 para cumplir con sus obligaciones ante Bruselas. El Ejecutivo remitió a Bruselas el plan presupuestario sin necesidad de pasar previamente por el Consejo de Ministros, según señalan a EP fuentes gubernamentales, con las líneas básicas de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), cuyo proyecto está “prácticamente cerrado” y que será presentado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, en los próximos días y aprobado en Consejo de Ministros en octubre para su entrada en vigor a principios de 2021.

Inflar con 17.000 millones UE

El Plan Presupuestario de 2021 marca como objetivos el apoyo al crecimiento y el empleo, el refuerzo de los servicios públicos y la canalización de los fondos europeos para propiciar la recuperación tras la crisis del Covid, y se sustentará en un límite de gasto no financiero, conocido como ‘techo de gasto’, de 196.097 millones de euros, superior al aprobado en febrero y que incluye transferencias extraordinarias a las Comunidades Autónomas (13.486 millones) y Seguridad Social (18.396 millones) y los fondos europeos (27.436 millones).

Además, el documento incluye el cuadro macroeconómico del Gobierno, que prevé una caída del PIB del 11,2% este año, con una tasa de paro del 17,1%.

El Economista