El Col·legi d’Economistes debate en la 25.ª jornada los desafíos que afronta este colectivo al entrar en el mercado laboral y de la vivienda.
El talento joven es lo mejor que tienen los países para salir adelante y, aquellos que no lo aprovechen, corren el riesgo de volverse idiotas”. Con esta contundencia alertaba el premio Nobel de Física (1988), Jack Steinberger, de la importancia de incorporar a los jóvenes en el engranaje de la economía de un país. Las palabras del científico alemán sirvieron al decano del Col·legi d’Economistes, Anton Gasol, para abordar la 25.ª Jornada de los Economistas de Catalunya: Jóvenes y futuro: formación, empleo y emancipación (1 y 2). El evento, celebrado ayer de forma telemática, se centró en la gran asignatura pendiente que España lleva años sin resolver: la incorporación de los jóvenes al mercado de trabajo y de la vivienda. La cuestión es de suma actualidad porque la crisis del coronavirus no ha hecho más que agravar este problema crónico.
Los datos hablan por ellos mismos. España es el Estado con mayor paro juvenil de toda la OCDE. Según los últimos datos, relativos al mes de septiembre, el 40,4% de personas de entre 15 y 24 años están en desempleo, un porcentaje que sitúa al país por detrás de Grecia o Colombia y que sigue muy alejado de la media de la Unión Europea, situada en torno al 14%.
España también suspende en cuestión de emancipación. En los últimos diez años, el porcentaje de personas de entre 16 y 34 años que no se ha independizado ha subido del 58 al 65%. La edad media se encuentra en los 29 años, por encima de la europea, situada en los 26 años. Unos resultados que llevan España a ocupar la sexta posición por la cola de los 19 países de la zona euro.
Problemas crónicos se están agravando durante la pandemia: paro, emancipación tardía y sobrecualificación
Ante este panorama, las jornadas del Col·legi recetaron algunas fórmulas para mejorar la situación. A lo largo de la mañana, comparecieron personalidades que abordaron la cuestión desde tres ángulos: el mercado laboral, la formación y las condiciones de acceso a la vivienda. Entre los conferenciantes, destacó la presencia del ministro de Universidades, Manuel Castells. Reivindicó el “talento económico” para contribuir a una gestión “racional y progresista” y puso en valor el papel de “la economía” la “más exacta de las ciencias inexactas” para resolver el problema.
El acto también contó con la presencia del conseller de Empresa i Coneixement, Ramon Tremosa, que abogó por hacer un copy paste de las políticas de los países nórdicos en empleo juvenil, fiscalidad y emprendimiento. La presidenta de la Diputación de Barcelona, Núria Marín, señaló la importancia de los programas que debe impulsar la Administración en materia de reactivación social económica y digitalización de pymes.
El catedrático de la UPF José García Montalvo, hizo hincapié en el sistema educativo español y, entre otras cuestiones, en la sobrecualificación de los trabajadores, que se sitúa entre el 35% y el 45%, el doble que la media de los países de la OCDE. En su opinión, parte del problema del desajuste entre la preparación académica del trabajador y la oferta del mercado subyace en el propio tejido empresarial, formado en su mayoría por pequeñas empresas que, en general, no necesitan personal tan cualificado. También influye la percepción de los empresarios, que a menudo cuentan con un grado de formación medio y ven como un gasto y no una inversión el hecho de contratar a personal con cualificación mejor que la suya.