Las muertes por malaria debido a las disrupciones generadas durante la pandemia de coronavirus en los servicios diseñados para combatir la enfermedad transmitida por mosquitos superarán con creces a las muertes por coronavirus en el África subsahariana, advirtió ayer la Organización Mundial de la Salud.
Más de 409.000 personas en todo el mundo -en su mayoría bebés en las zonas más pobres de África- murieron a causa de la malaria el año pasado, dijo la OMS en su último informe, y es casi seguro que el coronavirus hará que el número aumente en 2020.
“Nuestras estimaciones son que, dependiendo del nivel de disrupción del servicio [por el coronavirus] podría haber un exceso de muertes por malaria de entre 20.000 y 100.000 en el África subsahariana, la mayoría de ellas en niños pequeños”, dijo a los medios Pedro Alonso, director del programa de malaria de la OMS.
“Es muy probable que el exceso de mortalidad por la malaria sea mayor que la mortalidad directa por coronavirus”, agregó.
El informe de la OMS halló que hubo 229 millones de casos de malaria en todo el mundo en 2019 y dijo que, a pesar de los desafíos sin precedentes de la pandemia de coronavirus, muchos países habían luchado duro y se habían mantenido firmes contra la enfermedad.
No obstante, Alonso indicó que “el éxito a largo plazo para lograr un mundo libre de malaria en una generación está lejos de estar asegurado”. Algunos de los países africanos más afectados por la malaria han tenido problemas para lograr avances significativos desde 2016.
Debido a la transmisión continua de la malaria a través de los mosquitos en muchas partes, la mitad de la población mundial está en riesgo de contraer la enfermedad, que mata todavía a un niño cada dos minutos. A pesar de esto, el enfoque de la financiación y la atención se ha desviado, aumentando la probabilidad de que se produzcan muertes infantiles evitables.
Peter Sands, director ejecutivo del Fondo Mundial para la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, dijo que los hallazgos del informe de la OMS son “extremadamente oportunos”.
“La salud mundial, los medios y la política están todos paralizados por el coronavirus […] y prestamos muy poca atención a una enfermedad que todavía está matando a más de 400.000 personas cada año, sobre todo niños”, dijo a los periodistas en la comparecencia.