La deuda consolidada de las empresas y hogares alcanzó 1,64 billones.
La deuda conjunta de empresas y hogares alcanzó en el tercer trimestre del pasado ejercicio un valor equivalente al 143% del PIB en España, justo cuando se comenzaron a replegar las restricciones impuestas para frenar los contagios.
Las cuentas financieras publicadas por el Banco de España sobre este periodo del pasado ejercicio muestran así que la deuda consolidada de las empresas y de los hogares alcanzó 1,64 billones de euros en el tercer trimestre de 2020 (143,2% del PIB), por encima de los 1,62 billones registrados un año antes (131,3% del PIB). El repunte de la ratio de endeudamiento sobre PIB se debió tanto al aumento de la deuda (numerador de la ratio) como, en mayor medida, al descenso del PIB (denominador de la ratio).
Más allá, el incremento de la deuda agregada es fruto de un comportamiento dispar de estos dos sectores, ya que la deuda consolidada de las sociedades no financieras aumentó desde los 913.000 millones de euros a 941.000 millones de euros, alcanzando un 82,1% del PIB (si se incluyese la deuda interempresarial, la ratio sería un 104,8%), mientras que la de los hogares e ISFLSH disminuyó un 1,1%, hasta los 701.000 millones de euros, el 61,2% del PIB.
Concretamente, las operaciones netas acumuladas en los últimos cuatro trimestres, hasta el tercero de 2020, correspondientes a la financiación consolidada recibida por las empresas y los hogares fue de 31.900 millones de euros, lo que representó un 2,8% del PIB. La financiación nueva captada en términos netos por las sociedades no financieras se elevó al 3,2% del PIB, mientras que la correspondiente a los hogares fue negativa, equivalente al -0,4% del PIB.
El efecto del ahorro
La riqueza neta de los hogares españoles e instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares se situó en el tercer trimestre del año en 1,55 billones de euros, lo que supone una caída del 2% respecto al mismo periodo del año anterior, según las cuentas financieras de la economía española publicadas este viernes por el Banco de España.
En relación con el PIB, los activos financieros netos de las familias españolas representaron el 135,9%, ratio que, en este caso, es 7,1 puntos porcentuales superior a la de un año antes, sobre todo debido a que el PIB retrocedió con más intensidad que el valor de estos activos.
A pesar de la caída de la riqueza, la deuda de los hogares españoles disminuyó un 1,1% en el tercer trimestre, hasta alcanzar los 701.000 millones de euros y representar el 61,2% del PIB.
Por su parte, la riqueza total de los hogares, antes de descontar su deuda, alcanzó entre julio y septiembre del año pasado los 2,31 billones de euros, un 1,8% inferior a la de un año antes.
El Banco de España explica que esta disminución se debe a revalorizaciones netas negativas, de 118.400 millones de euros, que se concentraron principalmente en el primer trimestre de 2020 debido a la caída del precio de los activos en los mercados financieros, mientras que las transacciones fueron positivas, con una adquisición neta de activos financieros de 75.900 millones de euros en el último año.
En relación con el PIB, los activos financieros totales de los hogares representaron un 201,7% a finales del tercer trimestre de 2020, 11 puntos porcentuales más que un año antes, debido al fuerte retroceso experimentado por el PIB.
Por componentes, el grueso de los activos financieros de los hogares se encontraba en efectivo y depósitos (el 42% del total), seguido de participaciones en el capital (24%), seguros y fondos de pensiones (17%) y participaciones en fondos de inversión (14%). El efectivo y depósitos fue el componente que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares (en 3,7 puntos porcentuales) con respecto a un año antes, mientras que el peso de las participaciones en el capital fue el que más cayó (-4%).