El 80% de las emisiones de deuda previstas para 2021-2024 se financiarán a través del Tesoro de España.
La deuda pública en manos de la Generalidad de Cataluña ha crecido de 35.616 a 78.292 millones de euros durante la última década. Así lo acredita el Banco de España en su boletín trimestral dedicado al endeudamiento de las comunidades autónomas. Esto equivale a un aumento de las obligaciones financieras de 42.676 millones.
Si tomamos como referencia este dato y lo comparamos con el tamaño de la población regional, podemos ver que los pasivos autonómicos de Cataluña han crecido en 5.640 euros por habitante desde 2010 hasta 2020. Este registro supera en un 83% el crecimiento del endeudamiento autonómico per cápita registrado la Comunidad de Madrid para el mismo periodo.
Hay, eso sí, un rasgo diferencial en las operaciones de endeudamiento de una y otra región. Mientras que en el caso de Madrid podemos ver que la Hacienda regional se financia por sí sola en los mercados de deuda, en el caso de la Generalidad de Cataluña encontramos que los mecanismos de liquidez aportados por el gobierno de España soportan el grueso de la financiación.
El rol del FLA
Así, vehículos como el Fondo de Liquidez Autonómica han hecho que la financiación de la deuda catalana dependa principalmente de la intervención del Tesoro español. El pasado año 2020, sin ir más lejos, observamos que los mecanismos de liquidez financiaron cerca del 75% de los 10.500 millones de deuda negociados por la Generalidad en los mercados.
Pero sería un error pensar que este resultado obedece a la excepcionalidad de 2020. Entre 2021 y 2024, la Generalidad tiene previsto renegociar en torno a 44.000 millones de euros en los mercados, pero buena parte de estas emisiones se cubrirán con cargo a los mecanismos de liquidez. Para ser precisos, estas operaciones “enjuagarán” operaciones valoradas en más de 35.400 millones.
En consecuencia, los planes comunicados por el gobierno autonómico apuntan que cuatro de cada cinco euros de deuda negociada durante la próxima legislatura se cubrirán gracias a la intervención de la Administración central. Así las cosas, más allá de los eslóganes del independentismo catalán, los hechos acreditan que más del 80% de la financiación de la Generalidad se canaliza con el aval del Tesoro del Reino.