La salida de la crisis no llegará hasta el arranque de 2023 pese a las llegadas de las vacunas durante este ejercicio o las expectativas que hay sobre la llegada del rescate europeo.
Es la conclusión que se puede extraer de las últimas estimaciones del servicio de Estudios del Banco de España, que se pueden observar en el siguiente cuadro que el supervisor ha presentado este martes junto a sus proyecciones económicas actualizadas.
Lo que muestra el gráfico es como, con un escenario central de salida de la crisis, España no recuperaría los niveles de actividad previa a la crisis.
En un escenario mucho más adverso la realidad es que la recuperación efectiva de todo lo que se ha perdido no se produciría hasta 2024 ó 2025, aunque el escenario económico global no parece que vaya a ser tan desfavorable, según los cálculos de los organismos internacionales.
¿Qué implica en la economía real y en la situación sanitaria el escenario central del Banco de España?
El escenario central del supervisor financiero contempla «la posibilidad de que en los próximos meses surjan nuevos brotes de la enfermedad, cuya contención requeriría aplicar medidas de contención similares a las vigentes recientemente». Proyecta, además, que la progresiva administración de las vacunas permita una retirada gradual de estas medidas, hasta su desaparición prácticamente plena a finales de 2021. Con respecto a los cambios inducidos en el comportamiento de los agentes como consecuencia de la crisis sanitaria, bajo el escenario central, la tasa de ahorro de las familias disminuiría a lo largo del horizonte de proyección, pero se mantendría al final del mismo algo por encima de su nivel previo a la pandemia. Asimismo, la naturaleza incompleta del proceso de vacunación durante los próximos trimestres haría que los flujos de turismo receptor no alcancen un grado relativamente elevado de normalización hasta 2022.
España no recupera ni la mitad de la riqueza perdida en 2020
Bajo el escenario central del organismo de Pablo Hernández de Cos, el PIB crecería un 6% en media anual en 2021, lo que, tras un primer semestre débil, sería consecuencia de la aceleración de la actividad en la segunda mitad del año, vinculada a los avances en el proceso de vacunación y a la implementación de los proyectos ligados al rescate europeo. La economía volverá a caer un 0,4% en el primer trimestre de 2021 pese al optimismo del Gobierno.
¿Esto que significa? Que la economía crezca un 6% tras caer un 11% en 2020 implica en realidad que no se va a recuperar durante este ejercicio ni la mitad de la riqueza perdida en el país como consecuencia de la pandemia.
En comparación con las previsiones de diciembre, la menor fortaleza de la actividad en el corto plazo conduce a que la tasa media de crecimiento en 2021 sea inferior en 0,8 puntos porcentuales a la contemplada en el escenario central de diciembre.
El pronunciado dinamismo del PIB que se proyecta para el segundo semestre de 2021 daría lugar a un potente efecto arrastre en 2022, de modo que el producto de la economía presentaría un avance también elevado el próximo año (del 5,3%), antes de moderarse en 2023 (1,7%).