La hostelería solo suscribió 57.500 nuevos contratos en febrero de 2021, frente a los 290.000 que se llegaron a formalizar en el mismo mes del año anterior, según el SEPE.
La tercera oleada de casos de coronavirus ha golpeado con fuerza al sector servicios que, de nuevo, se ha posicionado como la actividad económica más desgastada por la imposición de restricciones sanitarias. La contratación sufrió en el mes de febrero un desplome del 36% con respecto al mismo periodo del año anterior, cuando la pandemia todavía no se había identificado como una auténtica amenaza para la salud nacional.
Con un mapa severo de medidas sanitarias que impidió en buena parte del país la apertura de los negocios no esenciales, el tercer sector sufrió de nuevo el efecto más duro en España. Durante el segundo mes del año, apenas se firmaron 688.641 contratos nuevos, frente a los 1.082.282 que se llegaron a poner en marcha el año anterior, de acuerdo a los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
Las empresas de hostelería son las que más han sufrido las medidas de la tercera ola que forzaron el cierre temporal de bares y restaurantes en la mayor parte de las comunidades autónomas o la imposición de franjas horarias en lugares como Cataluña. En febrero, solo se formalizaron 57.570 nuevos contratos, lo que representa un hundimiento del 80% con respecto a los 290.908 de 2020.
Los datos de contratación acentúan todavía más el impacto de las restricciones después de un mes de enero que también fue negro. En el primer mes del año, la caída interanual de la contratación del sector servicios fue del 34,2%, mientras que la de la hostelería alcanzó el 77,7%.
Paralelamente a la congelación de las nuevas altas laborales, se ha ido produciendo un goteo de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que han elevado el número de personas bajo este mecanismo hasta los 900.000. Además, en febrero el paro sufrió un nuevo incremento hasta superar los cuatro millones de desempleados.
El sector servicios arrastra un año de pérdidas
Los efectos de la pandemia sobre el sector servicios no son un fenómeno nuevo. Las empresas cerraron el 2020 con la peor cifra de facturación de los últimos 20 años, después de reducir un 15,6% sus ventas a lo largo del año por las sacudidas que han provocado los rebrotes.
El golpe más duro se lo ha llevado la hostelería, que ha llegado a reducir hasta un 50,1% sus ventas durante todo un 2020 negro. Bares y restaurantes han sido los negocios más golpeados por la caída generalizada del consumo y las medidas sanitarias de aforo, distancia social u horario.
Además de en el mercado interno, la crisis del coronavirus también ha provocado efectos en las ventas que se producen hacia el extranjero. El volumen de exportaciones del sector servicios se redujo en el tercer trimestre de 2020 un 8% hasta los 19,1 millones de euros. También han caído un 5% las importaciones que concentraron 13,3 millones, según los datos publicados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El resultado entre una cuenta y la otra arroja un superávit de 5.832,6 millones de euros en el último tramo del año. Es un 14,1% menor que el volumen alcanzado en el mismo periodo de 2019. Más síntomas del desgaste del sector por la Covid-19.
