Los estados que se han negado a adoptar medidas que restringen las libertades de los ciudadanos están gobernados por republicanos.
El gobernador republicano de la Florida, Ron DeSantis, se negó por mucho tiempo a imponer medidas contra el Covid-19. Pero finalmente lo hizo, debido a las críticas. Sin embargo, en septiembre de 2020, DeSantis presentó excusas a sus conciudadanos por haberse dejado influenciar y levantó las medidas que había impuesto.
Lo mismo hizo el gobernador de Texas, Greg Abbot, también republicano. En definitiva, 22 Estados de los 50 que componen la Unión estadounidense levantaron las medidas antiCovid.
La mayoría de esos 22 Estados votaron además legislaciones que castigan con multas las administraciones federales y empresas públicas que practican algún tipo de discriminación basada en la aplicación de las disposiciones sanitarias federales sobre el Covid-19.
Siete meses después, las estadísticas demuestran que la situación de esos Estados en materia de salud pública es más favorable que en los Estados que siguieron imponiendo toques de queda, medidas de distanciamiento social y el uso obligatorio de mascarillas. Lo mismo ha podido comprobarse en Europa, comenzando por el ejemplo de Suecia, en los países que se abstuvieron de adoptar tales medidas.
Ese resultado solo sorprende a las personas que no tienen conocimientos de historia. Las epidemias de enfermedades de carácter viral, a diferencia de las bacterianas, siempre acaban extinguiéndose por sí mismas al cabo de 3 años, sin importar las medidas que se adopten. Con o sin protección, las epidemias virales no pueden ser controladas. Lo que se impone es concentrar los esfuerzos en la atención médica y en la lucha contra las enfermedades bacterianas oportunistas.
Pero ese resultado plantea un problema de política interna. Casi todos los Estados que se negaron a adoptar medidas que restringían las libertades de los ciudadanos están gobernados por los republicanos, mientras que los Estados que están aplicando las disposiciones federales emitidas por la administración Biden, son casi todos gobernados por demócratas, que persisten en limitar las libertades.