Salen a la luz las incomprensibles inconsistencias del Programa de Estabilidad remitido a la Comisión Europea.
El gobierno de Pedro Sánchez ha comunicado a Bruselas que su objetivo de recaudación para 2021 asciende a 275.000 millones de euros. Esto supone un fortísimo aumento respecto a los 194.000 millones recaudados en el peor año de la pandemia del covid-19 (2020) y también supone un notable repunte en comparación con las cifras del año anterior (2019) cuando las arcas del Estado ingresaron 213.000 millones.
Pero, como explicó Libre Mercado, lo más preocupante de todo es que los planes anunciados por Sánchez en su Programa de Estabilidad callan más de lo que dicen y ocultan subidas implícitas de la presión fiscal. En este sentido, la filtración y el posterior desmentido que apuntaban que el Ejecutivo acabaría con la declaración familiar conjunta en el IRPF son una prueba más de que el gabinete de coalición entre socialistas y comunistas no está enseñando todas sus cartas.
Si repasamos las principales figuras fiscales, podemos ver que el grueso de la subida recaudatoria planteada por el gobierno en su comunicación a Bruselas se produce a través del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, que pasaría de generar 98.888 millones en 2020 a aportar 104.709 millones en 2021.
Además, también se plantea un aumento de la recaudación obtenida a través de Impuesto de Sociedades (25.177 millones, 5.821 más que en 2020), IVA (76.079 millones, 5.516 más que en 2020) e Impuestos Especiales (21.491 millones, 947 más que en 2020). En total, según el Programa de Estabilidad, las cuatro principales figuras tributarias subirían su aportación de 212.097 a 227.456 millones, generando 15.359 millones más.
Sin embargo, el gobierno afirma a renglón seguido que la previsión total de recaudación es de 275.243 millones. Por lo tanto, incluso dando por bueno que se materializa la subida de ingresos descrita en los dos párrafos anteriores, el monto obtenido seguiría estando muy por debajo de la cifra general de retornos fiscales.
Para ser precisos, la “brecha” sería de 47.787 millones. De ahí que se abran muchos interrogantes sobre cuáles son las medidas fiscales que pueden generar semejante impacto presupuestario, máxime sabiendo que esos 47.787 millones no saldrán ni de IRPF, ni de Sociedades, ni de IVA, ni de Impuestos Especiales, donde ya se advierte el repunte recaudatorio descrito anteriormente, de 15.359 millones en total.
