Un comité asesor científico de Gran Bretaña expresó su “arrepentimiento” en un libro recientemente publicado que describe el uso del grupo de tácticas de miedo “distópicas” para influir en el comportamiento público tras el brote de COVID-19.
El Grupo Científico sobre el Comportamiento de la Influenza Pandémica, o SPI-B para abreviar, es un subcomité del Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE) que asesoró al SAGE sobre el papel de la psicología para empujar al público británico a cumplir con las medidas de bloqueo del gobierno. SAGE, a su vez, asesora a los ministros del gobierno, ejerciendo una influencia de gran alcance en las políticas públicas.
Sobre la base del consejo de SPI-B, SAGE emitió una guía para el gobierno del Reino Unido, ya que cerraron el país en marzo pasado, advirtiendo que tendrían que combinar sus acciones con una campaña de miedo dirigida para aumentar el “nivel percibido de amenaza personal” del virus. Esto ayudaría al gobierno a controlar “un número sustancial de personas” que se pensaba que “no se sentían lo suficientemente amenazadas personalmente” según SPI-B.
La periodista y autora Laura Dodsworth, en su última publicación A State of Fear, documenta “cómo el gobierno del Reino Unido utilizó el miedo como arma durante la pandemia de COVID-19”. El libro presenta el testimonio de miembros de SPI-B que admiten que las tácticas utilizadas por el grupo eran equivalentes al “totalitarismo”.
“El miedo es la emoción más poderosa”, afirma el sitio web de Dodsworth. “Integrado en los humanos, el miedo es… una de las herramientas más poderosas en la caja de herramientas de la psicología del comportamiento y se ha utilizado para manipular y controlar a las personas durante la pandemia”.
Un miembro anónimo de SPI-B le explicó a Dodsworth que:
“En marzo [2020] el gobierno estaba muy preocupado por el cumplimiento y pensaban que la gente no querría ser encerrada. Hubo discusiones sobre la necesidad del miedo para fomentar el cumplimiento, y se tomaron decisiones sobre cómo aumentar el miedo”.
“El uso del miedo definitivamente ha sido éticamente cuestionable”, continuó la fuente. “Ha sido como un experimento extraño. Al final, resultó contraproducente porque la gente se asustó demasiado. La forma en que hemos utilizado el miedo es distópica”.
El psicólogo de SPI-B, Gavin Morgan, le dijo a Dodsworth que.
“Usar el miedo como medio de control no es ético. Usar el miedo huele a totalitarismo. No es una postura ética para ningún gobierno moderno”.
Morgan relató que, a pesar de su visión de la vida normalmente optimista, ver al gobierno implementar tácticas de miedo para controlar a la población “me ha dado una visión más pesimista de la gente”.
El colega de Morgan, el Dr. Harrie Bunker-Smith, explicó la maniobra de cebo y cambio empleada por el primer ministro Boris Johnson con restricciones de bloqueo, encendiéndolas y apagándolas aparentemente a su antojo, y siempre con una nueva justificación.
“Los abusadores dirán que no volverán a hacer algo, pero luego lo siguen haciendo. El abuso no es constante; no está mal todo el tiempo. Tienes períodos de abuso extremo seguidos por el período de luna de miel, donde recibes flores, disculpas y promesas, y luego las cosas se deterioran nuevamente”, dijo Bunker-Smith.
Otro miembro del equipo describió el trabajo de psicología de SPI-B como:
“Control mental”… “Eso es lo que hacemos… Claramente tratamos de hacerlo de una manera positiva, pero se ha utilizado de forma nefasta en el pasado”.
Otro aún admitió estar “atónito por la militarización de la psicología del comportamiento” durante el último año, y se lamentaba de que sus compañeros “psicólogos no parecían darse cuenta de que dejaba de ser altruista y se volvía manipuladora”. “Tienen demasiado poder y eso los intoxica”.
LifeSiteNews habló con el líder del Partido de la Herencia, David Kurten, un crítico abierto del manejo del gobierno conservador de los asuntos relacionados con COVID-19 desde el inicio de la crisis del coronavirus.
“‘A State of Fear’ es una lectura esencial”, aconsejó Kurten, alabando su explicación de cómo el “gobierno del Reino Unido ha librado una guerra psicológica contra la gente del país, aumentando el miedo a un virus que no es peor que una gripe grave”. para destruir nuestras libertades fundamentales”.
“Su estrategia de amenazar con arresto, multas y encarcelamiento por hacer cosas normales como reunirse con amigos en un parque o tener una cena, mientras que al mismo tiempo usa los medios de comunicación para difamar, denigrar y despertar el odio hacia los inconformistas es odiosa y totalitaria”. Kurten se desgatiñaba.
Señaló los recientes resultados de las elecciones locales en el Reino Unido, en los que los partidos gobernantes, responsables de imponer bloqueos impulsados por el miedo, aumentaron su porcentaje de votos:
“Es impactante que hayan destruido la libertad por la que las generaciones de nuestros antepasados han luchado y muerto… Es igualmente impactante que la mayoría de la gente haya sucumbido y capitulado a estas técnicas de infundir miedo con tan poca resistencia, e incluso haya votado en mayor número en las elecciones recientes por los partidos gobernantes en Inglaterra, Gales y Escocia que han estado perpetrando la propaganda”.
“Es claro para cualquiera que tenga ojos ver que han manipulado a los ciudadanos para que acepten bloqueos e inyecciones masivas de ARNm experimental”, continuó Kurten.
“Ahora están en la siguiente fase del plan para aumentar la aceptación de un sistema de control de identidad digital al estilo del Partido Comunista Chino. Han utilizado todas las tácticas de un abusador psicológico como se establece en el Cuadro de coerción de Biderman, que es un plan para el abuso”.
El columnista de Mail on Sunday, Peter Hitchens, es una de las pocas voces en los medios de comunicación del Establishment británico que ha escrito consistentemente con escepticismo sobre la estrategia COVID del régimen de Johnson. Durante algunos meses, Hitchens ha estado llamando la atención sobre un extracto de una entrevista con Neil Ferguson, el hombre detrás del modelo que predijo millones de muertes por COVID-19 y esencialmente lanzó medidas de bloqueo en todo el mundo.
En la entrevista, Ferguson llama la atención sobre la estrategia china de represión masiva “para aplanar la curva”, pero admite sus dudas de que tales medidas puedan aplicarse en países no comunistas. “Pensamos que en Europa no podríamos salirnos con la nuestra”, dijo Ferguson. “Y entonces Italia lo hizo. Y nos dimos cuenta de que podíamos”.
