Los servicios de inteligencia de medio mundo están recopilando pistas sobre la teoría de que el coronavirus salió de un laboratorio chino.
De forma accidental o intencionada. Y España se ha sumado a ello: el Gobierno de Pedro Sánchez encargó hace semanas al CNI su propio análisis sobre si esta hipótesis se sustenta, en base a datos propios y de otros servicios de información. El informe ya está en marcha.
Cada vez hay más dudas sobre la versión oficial del origen del coronavirus. El patógeno que ha provocado más de 3,7 millones de muertes por todo el planeta llegó al ser humano, supuestamente, a través de un animal. Sin embargo, la vía de la zoonosis -la transmisión natural- comienza a hacer agua con los avances de las investigaciones que están llevando a cabo principalmente los servicios secretos de Estados Unidos, Reino Unido, Nueva Zelanda, Australia y Canadá en una comunidad de inteligencia denominada ‘Five Eyes’ y en la que colaboran también Alemania y Francia.
Ahora las miradas se centran en el Instituto de Virología de Wuhan, ese laboratorio de nivel biológico 4 -los patógenos más peligrosos- situado apenas a unos centenares de metros del mercado donde supuestamente se originó la pandemia más letal del último siglo. Una teoría que ha pasado del terreno de la conspiración al de los hechos probables.
Moncloa quiere saber
Moncloa no quiere quedar descolgada de la teoría del laboratorio chino, la que más fuerza está cobrando en los últimos meses. Y por ello, según ha podido saber OKDIARIO, el Gobierno ha encargado al CNI la elaboración un informe detallado que explique al Ejecutivo de Sánchez los principales hallazgos a los que han llegado los servicios de inteligencia aliados.
El grueso del análisis se basará en los datos que han obtenido hasta ahora otros países que ya han trabajado sobre el terreno y han obtenido sus propias conclusiones. Algunas de ellas aún son secretas y otras han sido filtradas a la prensa. Pero al servicio de inteligencia español también se le ha encargado que saque sus propias conclusiones.
Por ello, las fuentes consultadas explican que el CNI ha conformado un «panel técnico» de expertos en virología y epidemiología, del que formarían parte varios reputados catedráticos españoles, para que evalúen los datos obtenidos. Toda esa información se plasmará en un informe final que tendrá a su disposición el Departamento de Seguridad Nacional. «No hay un plazo establecido para la entrega», aseguran.
No será, dicen quienes conocen algunos detalles de esa investigación, una tarea fácil. Lo explican: «España tiene muy poca infraestructura en China, apenas hay personal para trabajo de campo y es un lugar muy particular. No es fácil para la inteligencia española moverse allí».
El CNI alertó desde Pekín
Pese a esas dificultades, el servicio de inteligencia español sí ha podido aportar información cualitativa desde la embajada en Pekín. Tal y como desveló OKDIARIO, la jefa de la antena del CNI en China, Beatriz Méndez de Vigo, envió a Madrid una nota a mediados de enero de 2020 en la que alertaba de que un grupo de médicos del Hospital Central de Wuhan, liderados por la doctora Ai Fen, habían advertido que la situación epidemiológica era mucho más grave de lo que admitían las autoridades chinas.
Méndez de Vigo, la que fuera número dos de los servicios secretos españoles entre 2012 y 2017 y destinada en Pekín desde junio de 2017, informó del alto grado de alarma que estaba generando el virus dentro del Gobierno chino. La espía española basaba su información en contactos con la inteligencia exterior del Ministerio de la Seguridad del Estado (MSS), el organismo que aglutina al espionaje chino.
El aviso de la embajada en China se adelantó a la declaración de «riesgo de salud pública de interés internacional» que decretó la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 30 de enero de 2020. Es decir, un par de semanas antes de que el mundo empezase a asustarse con esa epidemia china, Moncloa ya había recibido información privilegiada desde Wuhan.
Fuentes de los servicios secretos consultadas por OKDIARIO destacaban por aquel entonces el malestar que existe en un amplio sector del CNI por la manera en la que el Ejecutivo había afrontado la crisis del coronavirus: «Estaba avisado con meses de antelación de lo que se nos venía encima. La tragedia del 11-M iba a quedarse a la altura de la suela de los zapatos comparada con el virus».
Sanidad va por otro lado
Mientras tanto, el Ministerio de Sanidad sigue considerando «extremadamente improbable» que el virus saliera del laboratorio chino. Así lo recoge en un documento oficial que actualiza cada varios meses y que se titula escuetamente Transmisión de SARS-CoV-2. Lleva firma del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias que dirige Fernando Simón.
Sanidad recoge en dicho informe el hecho de que el laboratorio de virología de Wuhan sospechoso de la fuga trabajaba en la secuenciación de la cepa de coronavirus RaTG13. Un patógeno que fue descubierto entre los murciélagos que habitan en una cueva de Yunnan (China). El hallazgo fue en 2013 y el virus comparte su estructura al 96,2% con el SARs-CoV-2 que produce el Covid.
Tal y como recoge Sanidad, este instituto de investigación chino de Wuhan se movió a su nueva ubicación en diciembre de 2019. Ahora se encuentra cerca del mercado de Huanan, justo en el que se decretó el primer brote.
«Tales movimientos pueden ser perjudiciales para las operaciones de cualquier laboratorio. Sin embargo, los tres laboratorios que trabajaban con diagnósticos de CoV y /o aislamiento de CoV tenían instalaciones de alto nivel de bioseguridad (BSL3 o 4) que estaban bien administradas, con un programa de vigilancia de la salud del personal. Durante las semanas/meses anteriores a diciembre de 2019 no hubo casos de enfermedad respiratoria entre los trabajadores», advierte, en la misma línea de lo que asegura China para defender que su gestión de la crisis no fue negligente.
Sanidad veía «extremadamente improbable» la teoría del laboratorio chino que investigan EEUU y Reino Unido
La teoría que explica el origen y expansión de la pandemia en base a una fuga -intencionada o accidental- de un laboratorio chino de Wuhan cobra mayor fuerza con el transcurrir de los tiempos. Ha pasado de ser una mera hipótesis de la ‘conspiración’ alentada por Donald Trump a ser una de las teorías más plausibles. Al menos así lo apuntan servicios de inteligencia de Reino Unido y Estados Unidos. Mientras tanto, el Ministerio de Sanidad refleja en un informe que esa teoría del origen del coronavirus es «extremadamente improbable».
¿Cómo se originó la pandemia del coronavirus? Ésa es la pregunta clave que aún no ha encontrado una respuesta clara tras 18 meses desde que se inició el primer brote en la ciudad china de Wuhan. La teoría del origen natural y la exposición accidental al virus ha ido pasando de indiscutible a ser uno más de los escenarios. Cada vez son más las pruebas que se acumulan para apuntalar la versión, hasta ahora prácticamente proscrita, de que el patógeno pudo escapar de un laboratorio de investigación de la ciudad china.
España no se ha posicionado al respecto, mientras los gobiernos de Reino Unido, Estados Unidos o Francia comienzan a dar mucha verosimilitud a la teoría del accidente en el laboratorio. Especialmente tras los informes que han ido elaborando los servicios secretos de esos países en ese sentido.
Sin embargo, el Ministerio de Sanidad sí trata el polémico asunto del origen de la pandemia de coronavirus en un documento oficial que actualiza cada varios meses y que se titula escuetamente Transmisión de SARS-CoV-2. Lleva firma del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias que dirige Fernando Simón.
En el apartado de este documento de 23 páginas se incluyen las diversas teorías sobre la fuente de la infección y las investigaciones en marcha. «A principios de 2021, la OMS realizó una segunda misión a China para investigar los orígenes del SARS-CoV-2. La finalidad del estudio era comprender cuándo había comenzado a circular en Wuhan y cómo el virus se había transmitido al ser humano», relata Sanidad.
Los cuatro escenarios
A continuación, describe los cuatro escenarios posibles: la transmisión zoonótica directa (de animal, posiblemente murciélago, a humano), la introducción a través de un anfitrión intermedio (murciélago-animal-humano), introducción a través de cadena alimentaria (aquella primera teoría de la ingesta de una sopa de murciélago) y, por último, el accidente de laboratorio.
Las dos últimas, según Sanidad, son teorías «posibles, pero poco o muy poco probables». «Según esta hipótesis, el SARS-CoV-2 se introduciría a través de un incidente de laboratorio, es decir, una infección accidental de un trabajador o un escape de material infectivo al medio ambiente. La hipótesis de la liberación deliberada tras la fabricación con técnicas de bioingeniería está descartada tras el análisis del genoma del SARS-CoV-2», advierte el informe del departamento de Carolina Darias.
«Aunque son raros, los accidentes de laboratorio ocurren y muchos laboratorios de todo el mundo están trabajando con coronavirus de murciélagos», advierte Sanidad en su informe.
«Cuando se trabaja con cultivos de virus, inoculaciones de animales o muestras clínicas, los seres humanos pueden llegar a infectarse en laboratorios con malas condiciones de bioseguridad, por una mala práctica de seguridad o por negligencia», explican.
Wuhan y la cepa sospechosa
Sanidad recoge en dicho informe el hecho de que el laboratorio de virología de Wuhan sospechoso de la fuga trabajaba en la secuenciación de la cepa de coronavirus RaTG13. Un patógeno que fue descubierto entre los murciélagos que habitan en una cueva de Yunnan (China). El hallazgo fue en 2013 y el virus comparte su estructura al 96,2% con el SARs-CoV-2 que produce el Covid.
Tal y como recoge Sanidad, este instituto de investigación chino de Wuhan se movió a su nueva ubicación en diciembre de 2019. Ahora se encuentra cerca del mercado de Huanan, justo en el que se decretó el primer brote.
«Extremadamente improbable»
«Tales movimientos pueden ser perjudiciales para las operaciones de cualquier laboratorio. Sin embargo, los tres laboratorios que trabajaban con diagnósticos de CoV y /o aislamiento de CoV tenían instalaciones de alto nivel de bioseguridad (BSL3 o 4) que estaban bien administradas, con un programa de vigilancia de la salud del personal. Durante las semanas/meses anteriores a diciembre de 2019 no hubo casos de enfermedad respiratoria entre los trabajadores», advierte, en la línea de lo que asegura China para defender que su gestión de la crisis no fue negligente.
«Por lo anteriormente expuesto, el origen del SARS-CoV-2 en un incidente de laboratorio, es considerado por la misión de la OMS como extremadamente improbable», recuerda Sanidad.