Entre el Santander, su fondo Optimal y una empresa propiedad Guillermo Morenés, marido de Ana Patricia Botín, y de Javier Botín, canalizaron casi 4.000 millones de dólares en la megaestafa piramidal de Bernard Madoff.
En el año 2018, Diario16 publicó en la revista de julio-agosto un extenso reportaje sobre la vinculación del Santander con la estafa de Bernard L. Madoff que derivó en una serie de artículos en la edición digital.
Con ocasión del reciente fallecimiento de Madoff, Diario16 ha tenido acceso a nuevos pormenores sobre la participación del Santander y destacados miembros de la familia Botín en la mayor estafa financiera de la historia, conocida mundialmente como «caso Madoff».
En las próximas semanas revelaremos cómo Emilio Botín, sus hijos Ana Patricia y Francisco Javier, Guillermo Morenés, marido de la actual presidenta del Santander, Manuel Echeverría Falla, amigo de Madoff y director del fondo suizo del Santander, Optimal, además de sociedades y fondos gestionados por ellos (Banco Santander, Optimal Investment Services, Optimal Strategic US Equity, Optimal Arbitrage, Optimal Global Estrategy, Banif Optimal Low Volatility Fund, Banif Fairfield Impala, Value Inversiones, M&B Capital Advisers, M&B Capital Advisers Holding, M&B Capital Advisers Gestión SGIIC, Alternative Advantage plc, Landmark Investment Fund Ireland, Luxembourg Investment Fund US Equity Plus, Defender Limited, etc.) se enriquecieron con inversiones personales y también cobrando comisiones por colocar el dinero de sus confiados clientes en la megaestafa de Madoff.
Todo ello se hizo pese a tener conocimiento de que se trataba de un fraude piramidal y sin realizar ninguna labor de investigación -“due diligence”- como era exigible a tan «sofisticadas y experimentadas» entidades financieras como Santander, Optimal o M&B Capital Advisers y a profesionales como los Botín y Manuel Echeverría.
Muchas preguntas sin responder
Después de leer esta primera entrega y las siguientes muchos de nuestros lectores se preguntarán ¿cómo es posible que sólo fuese condenado Bernard Madoff y algunos miembros de Bernard L Madoff Investment Securities LLC (BLMIS), y no lo han sido aún Manuel Echeverría, Andrés Piedrahita, Ana Patricia Botín y su marido Guillermo Morenés o Javier Botín como cómplices, colaboradores necesarios y beneficiarios de la mayor estafa financiera de la historia?
Probablemente, también se pregunten ¿por qué personas que han participado en una megaestafa piramidal, aprovechándose sin escrúpulos de sus clientes, ostentan los puestos más importantes dentro de la estructura del Santander? ¿Cómo es posible que todos los organismos supervisores (CNMV, BCE, BdE, etc.) que deberían conocer estos hechos han mirado para otro lado y permitido que se mantengan en ellos?
Santander y Optimal captaron 3.000 millones
El 14 de abril murió Bernard Madoff con 82 años, víctima de una enfermedad renal terminal, en la prisión de Butner (Carolina del Norte) donde había cumplido más de 11 años de cárcel de los 150 a los que fue condenado como máximo responsable de la mayor estafa piramidal de la historia.
El fraude de BLMIS se cifró en la cantidad de 65.000 millones de dólares, siendo el importe neto defraudado de 17.000 millones, y alcanzó dimensión internacional afectando a personas de 136 países como los directores de cine Steven Spielberg y Pedro Almodóvar, el actor de Hollywood Kevin Bacon, Liliane Bettencourt propietaria de L´Oreal o el grupo Rosp de Rosalía Mera ex esposa de Amancio Ortega.
De los 65.000 millones, 3.000 fueron captados por el Santander y su gestora de fondos suiza Optimal que era dirigida por Echeverría, que, además, era el contacto e hilo conductor de todas las comunicaciones de los Botín con Madoff con el que le unía una profunda relación.
Echeverría, que visitaba asiduamente a Madoff y era conocedor del fraude, cerebro y principal responsable de los fondos proveedores (“feeder funds”) de todos los activos colocados a través del Santander, Optimal o M&B Capital Advisers.
Fue perseguido junto con Optimal por la Justicia americana y la Fiscalía de Ginebra como consecuencia de reclamaciones de afectados por la estafa piramidal, entre ellos Frank Berlamont, sin que todavía haya sido condenado, gracias a la conveniente incomparecencia en juicio de dos testigos fundamentales, Rajiv Jaitly y Hugh Burnaby Atkins.
Los Botín protegieron a Echeverría, como gerente de su fondo suizo Optimal, para que no trascendiese la intervención de todos ellos en la estafa. Para ello alcanzaron, a los seis meses de la detención de Madoff, un rápido acuerdo con Irving H. Picard, administrador concursal designado para la recuperación de los activos estafados a los clientes de BLMIS. El acuerdo establecía el pago de 235 millones de dólares para evitar la investigación de su implicación en el fraude.
La figura de Andrés Piedrahita
Varias fuentes a las que ha tenido acceso Diario16, indican que el que convenció a los Botín para entrar en el fraude piramidal habría sido el colombiano Andrés Piedrahita Arrocha, uno de los tres máximos responsables de Fairfield Greenwich Group (FGG) junto con su suegro Walter M. Noel, banquero privado de Nueva York y fundador del grupo.
FGG dedicó el 95% de los activos de sus clientes a BLMIS, más de 7.000 millones de dólares, siendo el mayor “feeder fund” de Madoff. FGG tenía oficinas en Nueva York, Londres, Miami y Madrid en la que trabajó Fernando Fernández de Córdova.
Piedrahita fue muy conocido por sus exclusivas fiestas a las que asistían, entre otros, Alberto Cortina y Elena Cue, Isabel Preysler y Miguel Boyer, Juan Abelló, José Manuel Entrecanales o Ana Patricia Botín y su esposo Guillermo Morenés Mariátegui, con los que mantiene relación y, según confirman distintas fuentes, han compartido año nuevo en la elitista estación invernal suiza de Gstaad.
Entre las propiedades de Piedrahita destaca su apartamento en Nueva York, sus mansiones en Londres, Miami y Madrid -en la lujosa zona residencial de Puerta de Hierro-, el apartamento del barrio de Salamanca, la casa en Mallorca y su avión privado.
Junto con los Botín, consiguió que grandes fortunas como los Abelló, Cortina, Koplowitz, Jove, Lladró, Fernández Somoza, Serratosa Caturla, Hernández Barrera, Súñer o Bahvnani colocasen su dinero en BMIS.
Morenés y Botín: 900 millones más
Por su parte, los Botín, a través del Santander, su fondo suizo Optimal y M&B (acrónimo de Morenés y Botín), la sociedad de inversión montada por Javier Botín y su cuñado Guillermo Morenés, marido de Ana Patricia Botín, colocaron 4.000 millones de dólares en la estafa piramidal de Madoff, 3.000 millones entre el Santander y Optimal y aproximadamente 900 por M&B (a través de los fondos LIF-USEP, Landmark y otros).
Santander, Optimal y M&B, es decir, Emilio Botín, sus hijos Javier y Ana Patricia y el marido de ésta Guillermo Morenés y Manuel Echeverría, tenían conocimiento, conforme manifiestan diversas demandas interpuestas en Nueva York, Miami y Ginebra, de que las inversiones en Madoff eran un fraude piramidal, pues así se hacía constar en, al menos, dos informes de Optimal elaborados en 2002 por Karine Paganini-Courvoisier, jefa del departamento legal, y 2006 por Rajit Jaitly, jefe de riesgos, y otras informaciones facilitadas en 2004 por Hugh Burnaby Atkins encargado del departamento de “due diligence” y 2007 por UBS.
M&B, a través de su fondo LIF-USEP, en el que participaba junto a Reliance Management BVI, captaron 900 millones para Madoff. El fondo LIF-USEP, por cierto, sería cerrado por UBS en marzo de 2007 por las sospechas de fraude.
Dicha información fue facilitada por UBS a Echeverría y de ella tuvieron conocimiento tanto Javier Botín como Guillermo Morenés. Curiosamente, antes del verano de 2007, el matrimonio compuesto por Ana Patricia Botín y Guillermo Morenés acudieron a visitar a Bernard Madoff a sus oficinas del Lipstick Building de Nueva York, como reconocería Madoff en una declaración prestada en la cárcel.
Tras la entrevista con Madoff de Guillermo Morenés, éste y su cuñado, Javier Botín, crearon en Irlanda, a través de M&B Capital Advisers el subfondo Alternative Advantage plc y Landmark Investment Fund Ireland, mediante el cual, con la ayuda de Manuel Echeverría, continuaron canalizando 143 millones de dólares en el fraude de BLMIS, en el breve espacio de tiempo desde su creación, en octubre de 2007, hasta que éste fuera detenido y su empresa BLMIS intervenida, en diciembre de 2008.
En las próximas entregas les informaremos de las demandas interpuestas, en los tribunales de Estados Unidos y Suiza, contra Javier Botín, Guillermo Morenés, Manuel Echeverría y las empresas relacionadas con el Santander y los Botín; o cómo los propios Botín invirtieron en Madoff 27 millones de dólares a sabiendas de que era una estafa piramidal para, presuntamente, sacar beneficios seguros a costa de terceros que desconocían el fraude.