Los buenos datos de empleo de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre ‘esconden’ que España tiene aún 313.300 parados más que en 2019 y más de 1,2 millones millones de parados no contabilizados por la pandemia.
Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejaron un respiro en el mercado laboral del que el Gobierno ha aprovechado para sacar pecho ante la creación de 464.900 empleos respecto al trimestre previo y el descenso del paro en 110.100 personas, pero un análisis más pormenorizado refleja que aún hay más de 300.000 parados más de los que había en 2019 y 133.300 empleos menos que entonces, antes del estallido de la pandemia.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, subrayó durante su comparecencia en La Moncloa para hacer balance de las acciones del Gobierno en el curso político que “se afianza la recuperación” al registrarse unos niveles de ocupación de 19,6 millones de personas, al tiempo que ha resaltado que las previsiones del FMI sitúan a España como la economía desarrollada que liderará el crecimiento en 2022, con un alza del PIB del 5,8%.
Desde el Gobierno destacaron que se han recuperado prácticamente nueve de cada diez empleos perdidos durante la crisis y la propia vicepresidenta primera, Nadia Calviño, sostuvo que quedan unos 45.000 trabajadores afectados por desempleo o cubiertos por un ERTE, de forma que en otoño se podrían recuperar los niveles de empleo de febrero de 2020, justo antes de la pandemia.
La reactivación económica iniciada a finales de marzo impulsada por el avance de la vacunación, las menores restricciones, el fin del Estado de alarma y el inicio de contrataciones en mayo para la temporada estival propiciaron el respiro en el mercado laboral.
Las cifras positivas son ese incremento de 464.900 personas en el segundo trimestre, con 19.671.700 afiliados, el mayor nivel desde el primer trimestre de 2020 y el mayor aumento en la ocupación desde hace tres años. Además, la cifra de parados ha registrado su mayor bajada desde hace dos años (-110.100 personas), hasta los 3.543.800 desempleados, lo que supone una tasa de paro del 15,6%.
133.300 empleos menos que en 2019 y 313.200 parados más
Pero a pesar de la notable y habitual mejora que se suele registrar en el segundo trimestre por las contrataciones sobre todo en el sector servicios ante el periodo estival, lo cierto es que el descenso de la cifra de parados ha sido inferior al de años anteriores, la tasa del paro del 15,6% sigue siendo de las más altas de Europa y la cifra de parados de 3,5 millones ‘esconde’ a 1,2 millones de desocupados no contabilizados por distintos motivos como consecuencia de la pandemia.
Además, aún queda un trecho importante para alcanzar las cifras del año 2019, previas a la pandemia, y es que aunque el empleo ha crecido en 1.064.400 personas (+5,72%) en los 12 últimos meses, el mayor alza interanual desde 2005, al compararse con el segundo trimestre de 2020, cuando se produjo el mínimo de ocupación desde el inicio de la pandemia, respecto al segundo trimestre de 2019 sigue habiendo 133.300 ocupados menos.
La creación del millón de puestos de trabajo en el último año se ha producido tras el desplome registrado en la ocupación en la primera fase de la pandemia, cuando se decretó el confinamiento con el consecuente parón de la actividad, que llevó la ocupación a mínimos al caer en 1.074.000 personas la ocupación entre abril y junio de 2020.
Además, en el último año el paro ha aumentado en 175.900 personas (5,22%). Respecto al segundo trimestre de 2019, la variación ha sido de 313.200 parados más, de forma que la tasa de paro apenas ha descendido en seis centésimas en el último ejercicio y se refleja que aún queda camino hasta. recuperar las cifras prepandémicas.
Más de 1,2 millones de parados ‘ocultos’ no contabilizados
Pese a la caída del paro en 110.100 personas en el segundo trimestre, el dato es inferior al que se suele registrar en los meses previos al verano y notablemente inferior al de la creación de empleo debido a que la población activa, es decir, en búsqueda y con disponibilidad de trabajar, se incrementó en 354.800 personas, el mejor dato de la serie histórica.
Así, la población activa alcanzó los 23,21 millones, y se sitúa en el 58,58%, con un aumento de 1,24 millones respecto al segundo trimestre de 2020, el mayor aumento de la serie histórica, y de 180.000 si se compara con el mismo periodo de 2019. Este repunte evidencia las mayores expectativas de encontrar un empleo de parte de la población desanimada.
Sin embargo, detrás de esta aparente positiva evolución de la tasa de paro y del a priori positivo dato de aumento de la población activa, se camufla la existencia de más de 1,2 millones de parados que el INE no ha contabilizado entre la cifra de parados por distintos criterios metodológicos propios y fijados por la Organización Internacional de Trabajo (OIT), lo que conduce a distorsionar las cifras reales del paro en España y desdibujar la verdadera situación del desempleo agravado por la crisis de la Covid-19.
Entre ellos, figuran los casi 340.000 afectados por un expediente de regulación de empleo (ERTE), más de 900.000 personas ‘inactivas’, aquellas que han dejado de buscar un empleo debido a su imposibilidad por la emergencia sanitaria, y otros tantos desocupados, más de 100.000 que han perdido las esperanzas de encontrar un puesto de trabajo, entre otros.
1,1 millones de ‘inactivos’
El INE no ha tenido en cuenta a la hora de establecer la cifra de parados a 913.900 personas que no han podido buscar empleo entre abril y junio a pesar de estar disponibles para trabajar, ya que no cumplen todas las condiciones que exige la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para poder ser clasificados como desempleados.
Entre otras, la OIT marca el requisito de realizar los trámites para buscar un empleo, al margen de la posibilidad o no para ello derivada de la situación de la pandemia. Por este motivo, a esos más de 900.000 parados el INE no los contabiliza como parados, sino como inactivos, si bien es cierto que se da un descenso de 182.300 personas en esta situación respecto del trimestre anterior.
A partir del tercer trimestre de 2020, con la posibilidad real de buscar trabajo, una parte de quienes antes estaban en ese grupo en el trimestre anterior contribuyeron al incremento del paro o pasaron directamente a la ocupación. En el primer trimestre de 2021 la primera de esas magnitudes volvió a aumentar, disminuyendo de nuevo en el segundo trimestre de 2021, explica Estadística.
Las restricciones de movilidad derivadas de la Covid-19 han reducido las posibilidades de empleo en el último año, ya que han conllevado en los últimos meses limitaciones y el cese temporal o definitivo de muchas actividades económicas, así como confinamientos por contacto estrecho con contagiados o aislamiento de personas que habrían trabajado pero que se han quedado a cargo de familiares o personas dependientes.
Afectados por ERTE, activos no disponibles o sin esperanzas
De igual forma, tampoco se encuadran dentro del grupo de parados las 340.000 personas que continúan bajo un ERTE, mecanismo del que según la EPA han salido en el último trimestre más de 200.000 trabajadores, ya que figuran como ocupados al percibir una prestación por desempleo del SEPE.
A ellos también podrían sumarse otros tantos que buscan empleo de manera efectiva, pero no están disponible para incorporarse a un puesto de trabajo en las siguientes dos semanas, como puede ser el caso de desempleados que estén pendientes de incorporarse a otro empleo o alguna circunstancia se lo impida.
A su vez, se añadirían las personas sin trabajo podrían incorporarse a un puesto de trabajo pero no han buscado empleo en los últimos tiempos al haber perdido la esperanza de poder encontrar un empleo por distintos motivos. Estas personas en edad activa pero desanimadas también distorsionan las cifras verdaderas de personas desocupadas.
Temporalidad y máximo histórico de empleo público
A todo ello se suma el hecho de que la recuperación laboral evidenciada por la EPA incluye, sin embargo, datos que constatan la continuidad de uno de los problemas que adolece el mercado laboral española: la elevada tasa de temporalidad. Y es que los asalariados aumentaron este trimestre en 403.200. Los que tienen contrato indefinido lo hicieron en 98.100 y los de contrato temporal en 305.000. En variación anual, el número de asalariados crece en 980.600 (el empleo indefinido en 314.100 personas y el temporal en 666.500).
En este sentido, el empleo a tiempo completo se incrementa este trimestre en 325.600 personas y el empleo a tiempo parcial en 139.300. Eso sí, el porcentaje de personas ocupadas que trabaja a tiempo parcial sube hasta el 14,41%. En los 12 últimos meses el empleo a tiempo completo crece en 715.200 personas y el empleo a tiempo parcial en 349.300. De su lado, el número de trabajadores por cuenta propia (autónomos) subió en 71.800 este trimestre y en 78.000 en los 12 últimos meses.
Además, aunque a diferencia de lo sucedido en los últimos trimestres el empleo privado ha crecido por encima del público como consecuencia del impulso de la campaña de verano en el sector privado, sobre todo en el sector servicios, el empleo público fijó nuevo máximo.
En concreto, el empleo público aumentó en 42.100 personas entre abril y junio, con un nuevo máximo en la serie al registrar 3.439.600 ocupados, en tanto que el privado creció en 422.700 personas y superó la barrera de los 16 millones que perdió al inicio de la pandemia. Así, el empleo del sector privado presenta una variación anual del 5,53% y el empleo público del 6,62%. En los 12 últimos meses la ocupación ha aumentado en 850.800 personas en el sector privado y en 213.600 en el público.
Sigue subiendo el paro entre los jóvenes y mayores de 55 años
Por sexo, el número de hombres en paro se redujo en 60.700 este trimestre, situándose en 1.639.500. Entre las mujeres el desempleo disminuyó en menor medida, en 49.400, hasta 1.904.300, por lo que la tasa de paro femenina (17,36%) sigue siendo superior a la masculina (13,39%).
Otra de las malas tendencias del mercado laboral que continúan es la referida al paro entre los jóvenes, ya que se observaron descensos del paro entre el colectivo de 25 a 54 años (-168.000), pero la cifra de parados subió en 46.300 personas entre los menores de25 años y en 11.600 entre los de 55 y más años.
El número de parados en el último año sube en todos los grupos, salvo en el de 25 a 54 años, donde disminuye en 1.300 personas. El mayor incremento se da en el grupo de 55 y más años (con 90.200 parados más). Por nacionalidad, el paro bajó este trimestre entre los extranjeros en 56.500 y entre los españoles en 53.600. La tasa de paro de la población española es del 13,94%, mientras que la de la población extranjera es del 23,75%.
1,15 millones de hogares con todos sus miembros en paro
Otros indicadores más evidenciadores de la EPA que reflejan el drama laboral en España es el de los hogares que tienen a todos sus miembros activos en paro, que aunque disminuyó este trimestre en 68.400, sigue habiendo 1.157.900. De ellos, 328.900 son unipersonales.
Por su parte, el número de hogares en los que todos sus miembros activos están ocupados aumenta en 182.600 y se sitúa en 10.601.600. De ellos, 2.083.800 son unipersonales. En comparativa anual, el número de hogares con al menos un activo en los que todos los activos están en paro ha aumentado en 9.100 y el de los que tienen a todos sus activos ocupados ha crecido en 216.400.
A ello se suma que el número de hogares sin ningún perceptor de ingresos se situó en 626.200, inferior al mismo periodo de 2020 (670.900), pero aun así muy superior a los 544.700 del segundo trimestre de 2020.
El Gobierno garantiza reactivación laboral el resto del año
Pese a esta doble lectura de la EPA, en una rueda de prensa para valorar los datos del paro, el secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Gonzalo García Andrés, subrayó que el dinamismo del empleo se extiende por regiones, grupos de edad y sectores económicos, sobre todo vinculados al turismo, la tasa de paro se sitúa en niveles de 2018 y hay una senda de cierre de la brecha provocada por la pandemia del mercado laboral, aunque con “prudencia”.
No obstante, ha admitido que la fuerte creación de empleo en el segundo trimestre está vinculada con el componente estacional de la campaña turística veraniega, pero cree que conforme evolucione la campaña estival y los contagios habrá cuna continuidad en la mejora del mercado laboral hacia otros sectores en el tercer y cuarto trimestre.
“Más allá del factor estacional estamos mejorando hacia niveles de antes de la crisis”; enfatizó el secretario de Estado, quien asegura que se dan las condiciones para que la recuperación iniciada en el segundo trimestre prosiga el resto del año y se amplíe, incluyendo a todo el sector privado.