Ya no es ciencia ficción: Se anuncia la tecnología de control cerebral basada en grafeno.
Así lo publica la web Natural News en un artículo que explica que la empresa INBRAIN Neuroelectronics demuestra que la tecnología de “neuromodulación” basada en grafeno que utiliza neuroelectrónica impulsada por IA es factible.
Así lo hicieron público en una nota de prensa que puedes leer en este enlace del artículo. La empresa INBRAIN explica que los “biocircuitos” que controlan el cerebro basados en el grafeno son, de hecho, una tecnología muy real.
La compañía destaca que su tecnología es capaz de “leer” el cerebro de una persona, detectar patrones neurológicos específicos y luego controlar la neurología de esa persona para alterar su función cerebral. En sus propias palabras:
Nuestras interfaces grafeno-cerebro tienen la capacidad de leer a una resolución nunca antes vista, así como de detectar biomarcadores específicos de la terapia y desencadenar una neuromodulación adaptativa altamente focal para obtener mejores resultados en terapias neurológicas personalizadas.
El grafeno se describe además como, “El material más delgado conocido para adaptar perfectamente la estimulación a la anatomía del cerebro específica”. Como se dice en el artículo de Natural News, no hay duda de que hay aplicaciones muy positivas para esta tecnología, pero como ocurre con la mayoría de las tecnologías que alguna vez se promocionaron como potenciadoras de la humanidad (televisión, vacunas, Internet, energía nuclear, robótica, etc.), todas terminan en manos de lunáticos, genocidas. globalistas que los manejan como armas contra la humanidad.
Parece que las cosas se van aclarando y que lo del grafeno en las vacunas no es tan descabellado, aunque se empeñen en negarlo…
La historia del profesor Delgado, el neurocientífico que en 1963 creó un radio transmisor con el que llegó a controlar el cerebro de un toro y de enfermos mentales
Estamos dando muchas vueltas en estos tiempos a los asuntos del virus, de la pandemia y del grafeno en las vacunas preguntándonos qué intenciones habrá detrás de todo lo que está sucediendo y cuáles serán las consecuencias. Además, existen muchos temores acerca de si el objetivo final de esa vacunación puede llegar a ser controlar el cerebro de muchos vacunados, recuerden que hay muchas personas que están denunciando en las redes sociales un cambio de comportamiento en amigos y familiares después de la vacunación.
A muchos, todo esto les puede parecer como algo de ciencia ficción y muy poco creíble pero es importante que todos sepamos que esto no sería algo novedoso y que ya se produjo en 1963 de la mano de un neurocientífico español, el profesor José Manuel Rodríguez Delgado.
En el verano de 1963, en Córdoba, se produjo la primera demostración de todo lo que era capaz de hacer un radio transmisor inventado por Delgado. Colocó unos receptores de su radio transmisor en la cabeza de un toro bravo. El toro salió a la plaza a embestir a todo lo que se le pusiera por delante, enfrente le esperaba un hombre vestido de calle le retó muleta en mano con pasmosa tranquilidad. El animal lanzó un terrible bramido y corrió como un energúmeno hacia él. Pero, a punto de embestirle, se detuvo de repente y dio media vuelta de forma insólita
¿Por qué actuó así el toro? Porque el supuesto torero había pulsado uno de los botones del radio transmisor poco antes de la embestida activando los electrodos que el animal llevaba implantados en el cerebro.
En 1946 se trasladó a Estados Unidos puesto que había obtenido una beca en la Universidad de Yale. Allí asombró a todos sus colegas debido a sus ideas innovadoras sobre las posibilidades del cerebro, empezando a probar su invento en seres humanos. Comenzó a experimentar con enfermos mentales, la mayoría esquizofrénicos y epilépticos. Las conclusiones de sus experimentos fueron tan fascinantes como estremecedoras. Según su testimonio, demostró que los humanos podían ser dirigidos igual que robots con pulsar un botón.
Debido al gran impacto que tuvieron sus investigaciones en los Estados Unidos, el profesor Delgado pasó a colaborar con el ejército estadounidense, aunque aseguró que jamás le encargaron desarrollos militares de ningún tipo, y que siempre desestimó la posibilidad de que con sus implantes cerebrales pudiesen crearse soldados robot capaces de matar como meros autómatas. Pero a pesar de eso, le acusaron de ser el gran apologista del totalitarismo tecnológico en el Congreso norteamericano. Delgado no tuvo más remedio que volver a España tras aceptar una propuesta de investigación del Gobierno en 1974.
¿Qué les parece? ¿A que ya no les suena todo lo que pueda pasar a ciencia ficción? Lo que pueda suceder no sería nada nuevo, imaginen cómo se habrán podido mejor ciertos aparatos como los de Delgado y peor aún, otros que ni siquiera conozcamos.