Contrariamente a las expectativas fuertemente promovidas por políticos, medios de comunicación y establecimientos de salud pública, los búlgaros y rumanos vieron un número bajo de infecciones COVID-19 este verano, mientras continuaron negándose a recibir las ‘vacunas’.
De hecho, Bulgaria y Rumanía tienen algunas de las tasas más bajas de infecciones por COVID por cada 100.000 personas en Europa, según un análisis estadístico de países europeos del 22 de agosto.
“La tasa de vacunación actual en Rumanía es la mitad en comparación con la de Bulgaria (0,13 vacunas por cada 100 habitantes de media en los últimos siete días) y 7,5 veces más baja que la media de la UE (0,45 vacunas por cada 100 habitantes)”, según Romania Insider. “En el extremo opuesto, Dinamarca ha administrado 0,94 dosis de vacuna por cada 100 habitantes en promedio durante los últimos siete días”. Las tasas de vacunación de Bulgaria y Rumanía desde la publicación de la vacuna en 2020 no son significativamente diferentes.
Estos dos países tienen menores tasas de infección que la hipervacunada Dinamarca, pues son las más bajas de Europa
Si bien la publicación dijo que “el número de nuevos casos de COVID-19 ha aumentado al nivel más alto desde fines de mayo”, el artículo no proporciona el contexto necesario.
Los casos de COVID notificados en Rumanía alcanzaron un máximo de casi 60.000 en noviembre de 2020, antes de que se pusiera a disposición una vacuna.
Durante el verano, la tasa de vacunación del 25 por ciento de Rumania no la llevó a experimentar un aumento en las infecciones. “Las autoridades dicen que Rumanía ha recibido más de 16 millones de dosis de varias vacunas fabricadas en occidente, pero se ha utilizado menos del 55%, ya que el número de vacunas administradas diariamente se ha reducido a alrededor de 20.000 desde 100.000 el mes pasado”, The Irish Times informó.
La publicación admitió que “una tasa de infección en desaceleración ha debilitado el ímpetu de algunos en Rumania para vacunarse: solo se informaron 31 nuevos casos de Covid-19 y cinco muertes el jueves, lo que se suma a un total nacional de 1.08 millones de infecciones y 33.786 muertes”.
Por ejemplo, la semana del 5 de julio vio un mínimo de 285 casos confirmados. Si bien las últimas semanas de agosto han experimentado un aumento a casi 4,000 casos en una semana, sigue siendo mucho más bajo que las tasas de prevacunación y los primeros meses de 2021.
El 29 de marzo vio 38,000 casos confirmados de COVID y las infecciones continuaron disminuyendo durante la primavera.
Los rumanos han seguido rechazando las vacunas COVID, lo que ha llevado al país a vender sus dosis excedentes a Dinamarca y otros países.
Los líderes políticos búlgaros tampoco han convencido a sus ciudadanos para que reciban la vacuna.
El país también ha experimentado un verano lento, con una disminución de las infecciones durante la primavera. Actualmente, solo el 16 por ciento de su población adulta se considera completamente vacunada.
“A partir del 14 de agosto, el 20,1% de la población adulta en Bulgaria ha recibido al menos una dosis de la vacuna contra Covid-19, el 18,2% está doblemente vacunado, según muestran los datos del Portal de información de coronavirus único”, informó Radio Bulgaria.
La mayoría de los meses de este verano vieron menos de 1,000 casos confirmados semanales de COVID.
Una mujer muere en Chile a los tres minutos de recibir la vacuna, pero las autoridades sanitarias dicen que habrá que estudiar el asunto para ver si está relacionado con la inoculación
La tomadura de pelo de las autoridades políticas y sanitarias con el asunto del virus es enorme en todo el mundo, pero hay países en donde la “cosa” es todavía más exagerada. Entre esos países destacan Australia, Francia, España, Argentina y Chile, entre otros.
Hoy hemos conocido una noticia procedente de Chile, publicada por el canal de Telegram InfoVacunas, que demuestra esa enorme tomadura de pelo que estamos sufriendo. Una mujer de 74 años acude a vacunarse y a los tres minutos de vacunarse, tal y como reconocen todos los testigos e incluso la prensa, cae fulminada y muere.
A pesar de que la relación causa – efecto sea más que evidente, las autoridades sanitarias han dicho que van a estudiar el asunto por ver si la vacuna está relacionada con el repentino fallecimiento. Es decir, las compradas autoridades sanitarias quieren que pase el tiempo para que en unos días todo el mundo haya olvidado este suceso y no se vuelva a hablar de ello, así, sin más.
Olvídense de que se vayan a dar explicaciones porque, excepto para la familia, la muerte de esta mujer caerá en el olvido de una forma inmediata y no se volverá a hablar de ello. Es tremendo lo que está sucediendo en el mundo. Tremenda la cantidad de criminales y cómplices que nos estamos encontrando con esta farsa.