A mediados de este mes, conmemoramos los 13 años desde que el banco de inversión estadounidense Lehman Brothers se declaró en quiebra, lo que hizo que los mercados globales entrarán en colapso financiero.
Ahora, se estaría gestando un problema similar en China con los problemas de liquidez que se están dando con un gigante de la contruccion y comercialización de préstamos inmobiliarios, Evergrande.
El problema es importante. Evergrande es la empresa más endeudada del mundo, cargada con una pila de deuda de 300.000 millones de dólares y debe hacer frente a 669 millones de dólares en pagos de intereses este año y ha tomado prestados unos 88.500 millones de dólares de bancos y otras instituciones financieras y casi la mitad vence en menos de un año.
Atendiendo a las diferentes publicaciones de las agencias de rating, Evergrande presenta elevados riesgos de liquidez de la empresa durante los próximos 6 a 12 meses, la limitada flexibilidad financiera y las débiles perspectivas de recuperación para sus acreedores.
El efectivo no restringido disponible a finales de junio de 2021, no es suficiente para cubrir su deuda a corto plazo y su deuda a largo plazo con vencimiento durante los próximos 12 meses.
Además, es poco probable que la empresa pueda recaudar suficientes fondos nuevos para refinanciarla, dado su deteriorado acceso a la financiación de los mercados nacionales y extraterritoriales. Evergrande tendrá que depender de las ventas de activos o las inversiones de posibles inversores para generar recursos pero estas actividades de recaudación de fondos conllevan grandes incertidumbres.
Sus problemas de liquidez no son nuevos. En 2020, la promotora inmobiliaria tuvo un gran susto de liquidez y Evergrande envió un aviso al gobierno provincial de Guangdong, advirtiendo a los funcionarios que sus pagos programados para vencerse en enero de 2021 podrían crear una crisis de liquidez y provocar un incumplimiento importante en todo el sector financiero. En este caso, la posible catástrofe se evitó pronto, porque un grupo de inversores decidió renunciar a su derecho a hacer cumplir un reembolso de 13.000 millones de dólares.
De ahí que se hable del impago de la deuda y su importancia no es poca. Evergrande es uno de los tres principales desarrolladores en China por volumen de ventas, con un modelo operativo estandarizado. La compañía, que fue fundada en 1996 en Guangzhou, ha expandido rápidamente su negocio en China durante los últimos años. Según su web, posee 45,8 millones de metros cuadrados de terrenos urbanizados y más de 1.300 proyectos inmobiliarios que abarcan más de 280 ciudades chinas.
Y su eventual tendía una primera víctima. Hengda es una subsidiaria en tierra con participación del 60% de Evergrande, uno de los tres principales promotores inmobiliarios de China por volumen de ventas, con un modelo operativo estandarizado. También posee el 100% de Tianji, que a su vez posee el 100% de Scenery Journey.
Todo ello nos suena al caso similar de Lehman Brothers que repasabamos al principio que fue la punta del iceberg para colapso de la economía estadounidense y global. Comparamos ambas situaciones, similitudes y diferencias.
Similitudes: entidades sistémicas y un escenario de tipos de intereses bajos que alimentó la deuda privada
Tanto en el caso de Evergrande como Lehman Brothers partimos de dos gigantes vinculados a la financiación de proyectos inmobiliarios que, a su vez, se conectaban a la banca para que adquiriesen sus deudas, entidades sistémicas.
Los bancos chinos tienen exposición directa a préstamos y bonos a Evergrande, así como exposición a productos de gestión de patrimonio fuera de balance, a través de préstamos fiduciarios. Por lo que su caída comprometería a parte del sistema bancario chino, en ambos casos la propagación del desastre estaba servida.
Los tipos de intereses bajos alimentaron sus burbujas inmobiliarias. En Estados Unidos, tras la caída de las punto.com, los intereses bajos llevaron a canalizar la inversión a través del ladrillo. A medida que fueron subiendo los tipos de interés, se buscaban clientes que pagarán un mayor interés por ser de un perfil de riesgo más deteriorado… se expandian las hipotecas subprime.
En el caso de China, los bajos tipos de interés nacieron a partir de 2008. El modelo exterior de China caía tras tener una balanza por cuenta corriente con un superávit del 10% del PIB y se apostó por un modelo de demanda interna.
En consecuencia, entre 2010 y 2020, cuando el PIB se duplicó de nuevo, China lo hizo triplicando su carga total de deuda privada a 43 billones de dólares, de modo que ahora se sitúa, oficialmente, en más del 280% del PIB.
En ambos casos previamente al colapso, la deuda privada subía por encima de las las tasas de crecimiento del PIB y esto sucede cuando las inversores tienden a no ser productivas. El modelo estadounidense se vio obligado a reequilibrarse, y China aún no ha llegado a ese momento.
Diferencias a tener en cuenta
La diferencias las encontramos en la reacción del mercado hasta la fecha. Si los problemas de Evergrande empezaron las semana pasada, lo cierto es que la bolsa global representada por el selectivo MSCI World Index ha bajado solo un 0,2% durante la semana pasada, y se mantiene más del 1% por debajo de los máximos históricos después de los nervios de la semana pasada. Y esta semana hemos visto un lunes de descensos y un martes de ligeras recuperaciones.
La percepción de los inversores no tiene nada que ver con Lehman Brothers. En ese momento vivimos en verdadero pánico en el mercado. El S&P 500 había caído casi un 5% al final del día del 15 de septiembre de 2008, y el efecto de Lehman sobre los fondos del mercado monetario y el mercado de papel comercial eran problemas serios.
Los inversores están más pendientes de cómo evolucionan las perspectivas económicas y la política monetaria de las autoridades monetarias y sobre Evergrande parecen estar seguros de que las autoridades de Beijing utilizarán su vasto control sobre la economía china para limitar el daño. Y no hay evidencia, al menos hasta ahora, de contagio en los mercados estadounidenses.
Al mismo tiempos, a diferencia del mercado estadounidense de 2007 a 2008, China no tiene demasiados productos financieros complejos que puedan afectar las operaciones del mercado de la vivienda y la capacidad de Beijing para controlar y monitorear el mercado es mejor que la de Estados Unidos.