España está todavía a ocho puntos porcentuales de recobrar el nivel previo a la covid, mientras que Alemania y Francia se encuentran solo a tres.
La rebaja de la cifra de crecimiento del PIB que ha elaborado el INE deja a España todavía peor en comparación con el resto de países europeos. Ya era la economía más rezagada de la Unión por la pandemia. Y después de la revisión del instituto estadístico, todavía se queda más atrás. Todo ello a pesar de que el rebote posterior ha sido lógicamente más fuerte conforme se desconfinaba la actividad.
Ahora llegará una oleada de revisiones a la baja que dejarán la previsión de crecimiento para este año en el entorno del 5% frente al 6% que manejaban instituciones y analistas antes de la corrección del INE. La recuperación española se retrasa. El gráfico de cómo han evolucionado los distintos países es desolador. España ha perdido el doble de PIB que Alemania con la pandemia. Si bien es verdad que después los alemanes no han remontado mucho. Francia, Italia y Portugal cayeron algo menos que España durante los meses de mayores restricciones, y luego han recuperado un poquito más. La economía española llegó a perder un 22% de actividad y se sitúa ahora a 8,4 puntos porcentuales del nivel prepandemia. Todavía muy lejos. En cambio, Alemania y Francia están a casi tres puntos de restablecer la economía previa al coronavirus. Italia, a cuatro. Y Portugal, a cinco.
Mientras que el PIB de la zona euro cayó un 0,3% en el primer trimestre y subió un 2,2% en el segundo, en España se desplomó un 0,6% en el primero y solo remontó un 1,1% en el segundo. Es decir, en el primer trimestre la economía española cayó el doble y en el segundo creció la mitad. No obstante, los datos de la zona euro también tendrán que ser revisados para plasmar el peor comportamiento de España.
Tras haber sufrido la peor caída de la zona euro en 2020, con un hundimiento del 10,8%, la recuperación de la economía española no está siendo mejor que la del resto de la zona euro. Debería serlo simplemente por el rebote de la reapertura. También cabe la posibilidad de que los datos del INE todavía no estén reflejando una relajación de las restricciones que debería traducirse en más crecimiento, algo que sí se ha estado observando en el empleo. Además, el importante avance de la vacunación debería espolear más la recuperación. Sea como fuere, la economía española se ha instalado como la última de la clase.
Una de las principales explicaciones es la importancia que tiene en la estructura productiva española el turismo, uno de los sectores más castigados por las restricciones de la pandemia. Sin embargo, un caso llamativo es el de Grecia, un país donde el peso del turismo es muy grande y que sin embargo ya ha recobrado las cotas precovid. Su gestión de la pandemia fue alabada en el inicio a pesar de tener un sistema sanitario muy saturado por los recortes de la anterior crisis del euro. Otros países como Croacia y Portugal también tienen un sector turístico muy grande en relación con su economía y están mejor que España. Es decir, el turismo no lo explica todo. Una larga lista de factores puede haber influido.
El Banco de España ya apuntaba en un estudio que la economía española tiene una composición sectorial que hacía que, para unas restricciones similares por la pandemia, su actividad cayese más que la del resto de la zona euro. Sobre todo era por el mayor peso del turismo. Pero también por la hostelería, las actividades de ocio y el transporte. La OCDE también señaló en un informe que España era el país con una mayor proporción de puestos de trabajo que conllevaban riesgo de contagio. Estimaba que el 56% de los empleos requerían contacto físico o proximidad al público frente a una media de la OCDE ligeramente inferior al 50%. De aquí se infiere por tanto que la capacidad de teletrabajar ha desempeñado un papel considerable.
Mayores restricciones a la movilidad
Otro elemento decisivo fue la respuesta que se dio para contener el avance del virus. Según los datos de Google y Apple, España es uno de los países que más limitó la movilidad en la primera oleada. El Gobierno decretó el confinamiento más largo y duro. Incluso cerró la industria y la construcción, algo que no se hizo en otros países. Aunque en Italia también golpeó con fuerza la covid al comienzo, los contagios y las por tanto las restricciones se ciñeron más al norte del país.
Un factor esencial es la mayor presencia de pymes en el tejido productivo, que aguantan peor los vaivenes. También la elevada proporción de empleos temporales, cuyos contratos se rescinden con más facilidad en cuanto hay turbulencias. Y la deteriorada posición fiscal ha llevado al Gobierno a ser muy conservador, lento y escaso con las ayudas a empresas. Año y medio después del inicio de la pandemia, todavía están repartiéndose los 7.000 millones aprobados en subvenciones.
Una vez que empieza a dibujarse la recuperación, las empresas suelen prepararse invirtiendo. Sin embargo, la inversión empresarial no está tirando en estos momentos. Mientras que en Europa crece, en España decreció en el segundo trimestre. Una razón plausible que dan los analistas es que esté influyendo el retardo con los fondos europeos. Ante semejante llegada de dinero, las empresas pueden estar esperando para invertir allá donde haya más oportunidades de recibir estos recursos. Y la falta de ayudas directas puede haber menoscabado la capacidad de invertir.
En el recorte del INE ha pesado sobre todo una peor evolución del consumo. Este ha exhibido bastante vigor. Pero se anticipaba que iría algo mejor al tirar las familias del ahorro acumulado durante la pandemia. Del comportamiento del consumo dependerá cuánta fuerza coja la recuperación. Según el Banco de España, la economía española recobrará sus niveles prepandemia a mediados de 2022, medio año más tarde que la zona euro. Ahora la revisión del INE puede hacer que el camino hacia la recuperación se alargue incluso algo más.
El Madrid de Ayuso va como un tiro: su economía crece a un ritmo que duplica la media de España
La diferencia entre el ritmo de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) medio de España y de la Comunidad de Madrid en el último año se ha agrandado después de la revisión que ha hecho el Instituto Nacional de Estadística (INE) este jueves. El INE ha reducido el 2,8 % que se estimó que había crecido la economía española en el segundo trimestre del año a un 1,1%. Al mismo tiempo, se reduce el crecimiento anual de un 19,8 % a un 17,5 %.
Mientras tanto, la Comunidad de Madrid se mantiene a la cabeza, con un incremento del crecimiento de su PIB del 1,6% en el último trimestre y del 31,7% en el último año. Es decir, que el Madrid presidido por Isabel Díaz Ayuso crece a un ritmo casi del doble de velocidad que la media del resto de España.
De acuerdo con los datos del Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid todos los sectores han experimentado un importante crecimiento interanual. Así, la agricultura creció un 6,7%, la industria un 19,4%, la construcción un 37,7% y los servicios un 30,2%.
Dentro de este último sector, lo que más ha crecido en el último año han sido los servicios de distribución y hostelería, un 97,4%, y los servicios a empresas y financieros, un 19,9%.
Además, la Comunidad de Madrid lidera la creación de empresas con un 23,4%, seguido de Cataluña, un 19%, y Andalucía, un 17,6%, mientras que todo el resto de comunidades autónomas suman un 40,1% de las nuevas empresas.
Respecto a las previsiones económicas para el 2022, todos los analistas estiman que Madrid seguirá creciendo por encima de la media del resto de España en todos los trimestres, lo que deja un promedio de crecimiento de Madrid de un 6,1% de crecimiento total del año en Madrid frente al 5,9% del resto del país.
Rebaja del INE
Según los datos de la Contabilidad Nacional publicados este jueves por el INE, en tasa interanual, el PIB se disparó un 17,5% tras el parón sufrido en 2020 y en el primer trimestre de este año por el impacto de la pandemia. Esta tasa es 21,7 puntos superior a la del primer trimestre, pero se encuentra 2,3 puntos por debajo de la estimada inicialmente por el INE (19,8%).
La demanda nacional sumó 17,3 puntos al PIB interanual, cifra 20,3 puntos superior a la del primer trimestre, mientras que la demanda externa tuvo una aportación de dos décimas, 1,4 puntos más que en el trimestre anterior.
El Instituto ha explicado que en el avance de datos del segundo trimestre publicado a finales de julio la mayoría de los indicadores sobre la evolución económica del trimestre ofrecían resultados hasta mayo, incorporándose fuentes adicionales disponibles para todos los meses del trimestre y estimaciones adelantadas de indicadores basados en datos administrativos.
En cambio, los resultados publicados este jueves por Estadística ya incorporan todos los indicadores estadísticos que marcan la evolución económica del segundo trimestre, cuya información abarca ya, en la mayoría de los casos, el conjunto del mismo. Además, incluyen las series revisadas desde el primer trimestre de 2018.