El SEPE no logra ni un solo aprobado en las ocho categorías analizadas, entre ellas, la relación con las empresas
Bruselas ha vuelto a suspender a España por el Servicio Público de Empleo que da el SEPE -antes INEM- en su última valoración realizada a través de la European Network of Public Employment Services (Red Europa de Servicios Públicos de Empleo), por encargo de la Comisión Europea.
En su último estudio sobre el estado de madurez que mide la capacidad de efectividad y eficiencia de los servicios públicos de empleo de los 27 países que conforman la Unión Europea, España ha salido mal parada, ocupando las últimas posiciones, con un suspenso en las ocho categorías analizadas y con los mismos registros negativos, por tanto, que los de la República Checa, Hungría, Italia y Chipre.
El documento plasma la mala calificación que obtiene el SEPE -servicio español de empleo, que depende del Ministerio de Trabajo- en competencias como la gestión del rendimiento, el diseño de procesos operativos o la activación sostenible y gestión de transacciones (donde se trabaja con el perfil de los demandantes y la segmentación, y donde también se deben plantear acciones individuales y tomar medidas).
De igual modo, el análisis -cuya temporalidad abarca desde que comenzó la pandemia, con datos actualizados hasta principios de 2023- revela otros fallos del SEPE, como son las actuaciones relativas a la intervención temprana para evitar el desempleo, la intervención temprana para reducir el mismo o el fallo en las relaciones que establece con los empresarios para canalizar las necesidades reales del empleo con las de las empresas; algo que, por otra parte, vienen denunciando las patronales españolas, y de lo que ha ido dando cuenta THE OBJECTIVE.
Ineficaz para las empresas
Nuestro país tampoco obtiene buena nota en las categorías que escudriñan el nivel del diseño y la aplicación de los servicios del SEPE basados en pruebas, la gestión de asociaciones y partes interesadas, la asignación de los recursos, la gestión de crisis y la resistencia de la organización.
La evaluación de la Red Europea de Servicios Públicos de Empleo barema con cinco puntos, desde la calificación de desarrollable (1) -es decir, la puntuación más baja-; en desarrollo (2) -nota también baja-; desarrollando (3) -lo que ya supone la primera nota a destacar-; bien desarrollado (4) -lo que podría ser un notable- y madura (5), que es la máxima calificación que define que un servicio se encuentra en la situación óptima.
Con este planteamiento evaluador, Francia es el país de la Unión Europea que más valoraciones de madurez recoge en distintos apartados -consigue hasta tres, en relación con las empresas, gestión de crisis y en general-. Con resultados como éste, aunque algo menores, se sitúan Austria, Bélgica, Finlandia, Dinamarca, Estonia, Malta y Holanda.
Previo al análisis, el documento reconoce que el estudio de los servicios púbicos de empleo de la UE se llevó a cabo durante la pandemia de covid-19, lo que ejerció una influencia masiva en el mercado laboral en general, y cuando esos servicios aplicabanmedidas para hacer frente a la crisis. A pesar de estos retos -recalca la Red Europea-, el mercado laboral europeodemostró ser muy sólido y, según Eurostat, en el 2º trimestre de 2022 «la tasa de empleo global era significativamente superior a la de antes de la crisis, y también la tasa de desempleo global era inferior a la de principios de la crisis», dos puntualizaciones que no corresponden a la salud del mercado laboral español, que sigue siendo -según los últimos datos estadísticos de Eurostat- el país con peores datos de desempleo y los segundos peores en desempleo juvenil.
Las funciones del SEPE
En la actualidad, la principal función del SEPE -antiguo INEM hasta 2003- pasa por intentar casar la demanda de empleo de personas con la oferta de empresarios que desean contratar. La queja histórica de las patronales abunda en la falta de operatividad de este servicio público, con un desacople entre las necesidades de las empresas y la demanda de los trabajadores.
Con el servicio delegado a las comunidades autónomas, el SEPE se ocupa de las prestaciones de desempleo, pero es este organismo el que se ocupa de la estadística, que no se canaliza en información práctica, máxime cuando aún queda pendiente descifrar el número de fijos discontinuos en inactividad.
No en vano, el SEPE también tiene funciones de desarrollo de políticas de empleo, gestión del sistema de protección de desempleo y garantizar la información sobre el mercado de trabajo, entre otras funciones.
Este miércoles, Randstad Research publicaba un último informe del Mercado de Trabajo en 50 titulares, en el que mantiene -lo que se puede observar en el gráfico- que entre el paro registrado y el paro efectivo ya hay una diferencia de 678.000 personas en el mes de septiembre.
Carmen Obregón, The Objective