EEUU se enfrentaba a una oleada de quiebras estatales y municpales, especialmente por los planes de pensiones.
La Cámara de Representantes aprobó a última hora del viernes un nuevo paquete de estímulo por valor de 3 billones de dólares. La propuesta, que contó con el apoyo de 208 legisladores frente a los 199 que votaron en contra, supone un nuevo intento de los congresistas demócratas por tomar las riendas de la próxima entrega de los paquetes de alivio para hacer frente a la pandemia del coronavirus. Hasta la fecha, el país ha implementado ya programas por valor de alrededor de 3 billones de dólares.
El proyecto de ley de la Cámara Baja incluye alrededor de un billón de dólares en ayudas a los estados y municipios, incluidas subvenciones y asistencia educativa, para hacer frente a las consecuencias provocados por las distintas medidas de confinamiento así como a la prevención en el número de infecciones de COVID-19.
También aboga por una nueva ronda de pagos directos en efectivo a los estadounidenses, ampliar la duración de los beneficios por desempleo, ayudar a cubrir el pago de algunos alquileres e hipotecas, perdona algunas deudas de préstamos estudiantiles y ofrece una primas en los salarios de trabajadores esenciales en áreas como la atención médica..
“El plan que hemos votado marcará una gran diferencia no solo en los presupuestos de los estados, sino también en la vida del pueblo estadounidense”, dijo el viernes la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi. “Creemos que esta es una inversión importante en la vida de los estadounidenses y en los presupuestos de nuestros estados y localidades”.
El plan respaldado por la mayoría demócrata en el Congreso se concentra principalmente en ayudar a los gobiernos locales y estatales con casi un billónde dólares. Además apuesta por una segunda ronda de pagos directos a los estadounidenses de otros 1.200 dólares por individuo y hasta 6.000 dólares por familia.
Entre otras partidas, se destinarán 200.000 millones de dólares para cubrir pagos a los empleados esenciales que asumen un mayor riesgo al tener que acudir a trabajar pese a las medidas de confinamiento. Al mismo tiempo, un total de 75.000 millones de dólares estarían dedicados a incrementar el número de pruebas disponibles así como el rastreo y seguimiento de posibles contagios.
También se busca extender hasta el próximo enero los 600 dólares adicionales a la semana por parte del gobierno federal a los que acceden a subsidios por desempleo. La misma cantidad aprobada en marzo como parte de los distintos planes de estímulo activados hasta la fecha tiene previsto expirar después de julio.
No obstante, el plan aupado por los demócratas probablemente enfrentará obstáculos en el Senado, controlado por la mayoría simple de los republicanos. “Es un desfile de absurdeces que difícilmente se pueden tomar en serio”, recalcó el líder de la mayoría del Senado, el republicano Mitch McConnell durante una entrevista con Fox News.
McConnell aseguró que tanto el presidente Donald Trump como el resto de su administración están de acuerdo en que probablemente sean necesarios más estímulos pero estos “no serán la lista de deseos de izquierdas por valor de 3 billones de dólares que la presidenta del Congreso aparentemente quiere tratar que nos traguemos”.