La pandemia dispara la pobreza energética a su máximo histórico: 1,3 M de hogares

Pobreza energética

Casi 1,3 millones de hogares estaban acogidos en junio al bono social, el descuento para familias vulnerables, de los que casi la mitad son vulnerables severos, según datos recogidos por la CNMC.

La crisis social derivada de la pandemia del coronavirus da cada vez más síntomas. La pobreza energética está alcanzando cifras no vistas hasta ahora en España. Los beneficiarios acogidos al bono social, el descuento en factura para aquellos consumidores con menos recursos, han escalado hasta los 1.293.836 hogares, según recoge el último ‘Boletín de indicadores eléctricos’, elaborado por la CNMC.

De los mismos, los consumidores vulnerables severos, aquellos que están en una situación de pobreza más extrema, han escalado hasta los 620.100, también una cifra nunca antes vista. Los últimos datos corresponden al mes de junio, con lo que España enfrenta la segunda ola de la pandemia y el invierno en una situación en que la pobreza energética se ha agravado.

En este escenario, el Gobierno ha decidido destinar más recursos al bono social térmico, una partida de reciente creación incluida en los Presupuestos Generales del Estado que sufraga la calefacción de los más vulnerables que ya reciben el bono social eléctrico, cuyo pago corre a cargo de las comercializadoras eléctricas.

La partida impulsada desde el Ministerio para la Transición Ecológica ha pasado de los 95 millones de euros este año a 109 millones para 2021, lo que implica un aumento de más del 15%. El propio Gobierno advierte en su memoria de Presupuestos, que aún tiene que recibir la aprobación del Congreso, de que dicho desembolso busca paliar la pobreza energética.

El aumento de los perceptores del bono social se produce después de que el propio Gobierno incluyera en marzo nuevas categorías de potenciales beneficiarios en los planes de ayuda para paliar los efectos del coronavirus. De esta manera, desempleados, los afectados por ERTE y aquellos empresarios o autónomos que por razón del confinamiento y las restricciones vieran reducidos sus ingresos de forma drástica podían acogerse a esta partida.

Los perceptores del bono social habían ido creciendo desde que el Gobierno reformuló el mismo en el Real Decreto 897/2017, que ponía coto a que solo vulnerables y vulnerables severos pudieran recibirlo (hasta ese momento, había otras categorías de acogidos al bono que no se encontraban en situación de dificultad).

Los consumidores de bono social habían tocado techo en agosto de 2019 (1.245.545 en total), momento desde el que empezaron a descender hasta enero de 2020 (1.227.357 hogares), cuando volvieron a crecer. No obstante, es desde el mes de abril cuando han crecido con más fuerza, con un especial repunte en el mes de junio, último mes del que la CNMC ofrece datos. Es decir, que en la primera mitad de 2020, aumentaron en unos 64.000 los hogares en situación de vulnerabilidad por pobreza energética.

Todas las categorías (pensionistas, familias numerosas, familias sin menores, familias con un menor y familias con dos menores) han experimentado crecimiento de perceptores del bono social en el mes de junio. De las mismas, las familias numerosas y los pensionistas son los que suman más usuarios del descuento de la factura de la luz.

La situación de pobreza energética avanza en paralelo a la situación de pobreza general. Las ONG y los bancos de alimentos avisan de que cada vez encuentran a más gente que pide alimentos por haberse quedado sin ingresos tras desatarse la crisis sanitaria. El Gobierno creó el ingreso mínimo vital para los casos de personas más desfavorecidas. No obstante, pese a la celeridad para aprobar la ayuda y la amplia publicidad que dio el Ejecutivo de esta medida, solo el 6% ha recibido esta prestación del millón que tiene derecho a la misma.

El Confidencial