Las autoridades darán, si hay rebrotes, marcha atrás al plan, que pretende que los más de diez millones de alumnos del país retomen las clases presenciales antes del 8 de marzo.
Escolares de cinco de los 24 distritos de Argentina volvieron a las aulas el miércoles, en una lenta reapertura del ciclo educativo presencial. “Es una escuela distinta a la prepandemia”, dijo el ministro federal del área educativa, Nicolás Trotta, ya que una parte de la enseñanza continuará siendo virtual. “Tenemos que alcanzar un equilibrio entre el derecho a la educación y lo presencial con cuidado de la salud”, añadió el ministro, que confirmó que, si hay rebrotes, se dará marcha atrás con el proceso de retorno a las escuelas.
Tras las vacaciones de verano, el nuevo ciclo lectivo comenzó a desarrollarse este miércoles de forma presencial, rodeado de medidas sanitarias, en algunos niveles educativos de la capital y en Santa Fe, Santiago del Estero y Jujuy, así como con actividades de refuerzo en la provincia de Buenos Aires, mientras que el resto de distritos lo harán en sucesivas semanas hasta mediados de marzo.
“La experiencia hoy fue de una incertidumbre grande, y miedo. Pero la escuela es de aulas muy amplias, con mucha ventilación. Todos están con barbijo todo el tiempo. Eran sólo 10 niños. La mitad del curso. Los chicos no se podían tocar”, dijo a la AFP Carlos Nehme (52 años), padre de una alumna.
“Todo fue bien y normal”, en los más de dos mil establecimientos de gestión estatal y privada que iniciaron clases en forma gradual en la ciudad de Buenos Aires, dijo a la misma agencia un portavoz municipal, Patricio Navarra. En el plan de vacunación, está previsto la inmunización paulatina de docentes, cuyos sindicatos cuestionaron la precariedad de medios con la cual se lanzaron las clases en la ciudad de Buenos Aires, controlada por la oposición a nivel federal.
La intención de los 24 gobiernos distritales es que los algo más de diez millones de alumnos de primaria y secundaria de Argentina regresen totalmente a las aulas entre el 1 y 8 de marzo. La irrupción de la pandemia obligó en marzo de 2020 a suspender las clases presenciales del curso que recién empezaba en Argentina.
