El sector más golpeado fue el del comercio, que concentró a un 18,2% de las empresas concursadas; seguido de la hostelería, con el 17,9%, según el Colegio de Registradores.
La lacra de las suspensiones de pagos en las empresas españolas comienza a aflorar en 2021 tras más de un año de pandemia y de fuertes restricciones a la actividad económica. La moratoria concursal aprobada por el Gobierno ya no sirve de dique de contención y el número de deudores en concurso se disparó un 86,5% anual en el primer trimestre de 2021 y alcanzó la cifra de 2.799 procedimientos, según datos hechos públicos por el Colegio de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y Bienes Muebles de España.
«Los concursos de, acreedores han sufrido un incremento significativo en el primer trimestre de este año en el que se empiezan a notar los efectos de la pandemia sobre el tejido productivo. También se pone de manifiesto que hay sectores como el comercio y la hostelería que se han visto especialmente afectados. Los datos, aunque es verdad que no son buenos, eran los esperados», aseguró a ABC José Miguel Tabarés, vicedecano del Colegio de Registradores.
Como novedad respeto a informes anteriores, la cifra incluye ahora tanto a empresas como a personas físicas que han presentado el concurso de acreedores por no ser capaces de afrontar los pagos pendientes derivados de sufrir problemas financieros graves. En desglose, un total de 1.260 empresas son personas jurídicas, 530 son personas físicas con actividad empresarial y 1.009 son personas físicas sin actividad empresarial, lo que supone un incremento del 45,%, 18,9% y 36,1% respectivamente, del total de deudores.
Las restricciones y las dificultades para la movilidad por el efecto de la pandemia no golpearon igual a todas las áreas de actividad. Los sectores más hechos trizas por la crisis del coronavirus fueron aquellos relacionados con la actividad a pie de calle, pero también con el turismo y el ocio. Por lo tanto, el mayor impacto se sufrió en el comercio, que concentró a un 18,2% de las empresas concursadas; seguido de la hostelería, con el 17,9%.
Por otro lado, las empresas con más problemas para enfrentar los pagos pendientes fueron las de menor plantilla y tamaño, es decir, pymes y autónomos, que son mayoría en nuestro país. En función del número de asalariados, el 41% del total de empresas concursadas de enero a marzo de 2021 tenía menos de seis trabajadores en nómina. A esto se une que un 31,4% no contaba con ningún empleado en plantilla. Por antigüedad, el 26,4% del total de compañías concursadas ostentaban una antigüedad de 20 o más años y el 15,3% tenían cuatro o menos años de antigüedad.
Si atendemos al impacto de las suspensiones de pagos por zonas geográficas, observamos que las comunidades autónomas con mayor número de deudores concursados en el primer trimestre de 2021 fueron Cataluña (948), Comunidad de Madrid (381) y Comunidad Valenciana (366). Entre las tres aglutinaron el 60,6% del total de los deudores concursados de enero a marzo. Además, Cantabria presentó el único descenso anual al bajar un 30% y, por contra, Canarias y Navarra contabilizaron los mayores aumentos con un 322,7% y un 300%, respectivamente.
Por tipo de concurso, del informe de los Registradores se desprende que las suspensiones fueron voluntarias en un total de 1.522 de los casos (un 6,4% más que en el primer trimestre de 2020), y necesarios 19 (un 73,2% menos). Además, por primera vez se desglosan los concursos exprés -apertura y cierre simultáneos del procedimiento-, que llegaron a un total de 853. Si atendemos a la clase de procedimiento, los concursos ordinarios aumentaron un 9%, mientras que los abreviados lo hicieron en un 31,1%.
Compañías zombis
Aunque comenzaron a repuntar en diciembre del año pasado, la cifra de presentación de concursos de acreedores fue muy baja en 2020, a pesar del escenario de restricciones y crisis económica derivada de la gestión de la pandemia. Debido a los confinamientos decretados y a la moratoria concursal aprobada a mediados de marzo de 2020 por el Gobierno y ampliada hasta el 31 de diciembre de 2021, una gran cantidad de concursos en gestación se habrían ocultado por parte de compañías consideradas como zombis o fantasmas.
Sin embargo, y a pesar de la legislación aprobada por el Ejecutivo, el tejido empresarial ya no aguanta más la situación de impagos y los concursos comienzan a estallar ahora, una situación que podría arrastrar a más compañías que se quedarán a su vez sin cobrar de sus clientes concursados.
Numerosos expertos y organizaciones como el Registro de Economistas Forenses habían advertido ya de que el estallido de insolvencias afectarían a España con especial rotundidad por contar con un gran número de pymes y también por la dependencia del tejido empresarial español a actividades vinculadas al ocio como el turismo y la hostelería.