Hacienda acecha a bodas, bautizos y comuniones

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En Madrid, Andalucía, Murcia y La Rioja se aplica una bonificación del 99% en las donaciones de padres a hijos por las que tributarían los regalos.

No es la primera vez que los inspectores de Hacienda investigan a parejas de recién casados o que incluso llegan a personarse en bodas, bautizos o comuniones para hacer una inspección. Y es que Hacienda puede exigir al contribuyente que tribute por el importe de los regalos obtenidos a través del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, aunque es una práctica poco habitual. Al ser un tributo autonómico, el importe a pagar puede variar de una región a otra en función del grado de parentesco del donante. Según aseguran en TaxDown: “Este principio, aplicado a las bodas, implica que habría que declarar desde la transferencia que te hace tu amigo para apoyarte en el viaje de novios hasta el televisor de sesenta pulgadas que regalan los padrinos a los novios, pasando por la típica videoconsola que desea todo niño que hace la primera comunión”.

Como es un tributo en manos de las CCAA, varía el importe final a pagar. Por ejemplo, en Madrid, Andalucía, Murcia y La Rioja se aplica una bonificación del 99% en las donaciones de padres a hijos. Es decir, en este caso solo se tributaría el 1% del valor del regalo. Sin embargo, el porcentaje va en aumento si el que hace el regalo es un tío, un primo o un amigo. La dificultad en este caso radica en la amplísima variedad de casuísticas, ya que a la hora de declarar una donación su tributación varía en función al grado de parentesco, de la base imponible del contribuyente después de deducir gastos, etc. Por tanto, es posible que salga más a cuenta que una tele de 60 pulgadas la regalen los padres que a los amigos.

Pese a que la costumbre de abrir una cuenta para ingresar el regalo está bastante extendida, hay quien sigue prefiriendo la típica opción del sobre en mano el día de la boda. Enrique García, CEO y cofundador de TaxDown, explica: “Siempre sería mejor optar por la transferencia bancaria, porque en el improbable caso de una inspección, podemos justificar, gracias al concepto de la transferencia que se trata de un regalo de boda, mientras que no es aconsejable manejar demasiado dinero en efectivo sin poder acreditar su origen“.

Ya hay varios casos

Desde que Cristóbal Montoro se puso al frente del Ministerio de Hacienda, las bodas se pusieron en el punto de mira del fisco. En Asturias, una pareja que se casó en el 2016 recibió una visita de los inspectores de Hacienda a los pocos días de contraer matrimonio y tuvieron que presentar, además de los regalos, varias facturas del evento.

Unos años después, en Badajoz, en pleno banquete llegaron los funcionarios de Hacienda, abrieron su portátil y empezaron a hacer cuentas delante de una novia que casi se desploma del susto. También en Tarragona ocurrió un caso parecido. Unos inspectores llegaron a una finca de eventos donde se celebraba una boda para pedir cuentas a la pareja.

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