Xi Jinping insiste en que son las economías de Occidente las que deben liderar la reducción de las emisiones, mensaje que ha asumido Joe Biden.
La cifra emisiones de gases causantes del efecto invernadero generadas en China ya supera el resultado conjunto de todas las economías desarrolladas integradas en la OCDE. Así lo confirma un estudio de la consultora Rhodium Group que incorpora datos oficiales y certifica el “sorpasso” perpetrado por el gigante asiático.
La monitorización de los gases causantes del efecto invernadero (también GEI) sirve como indicador de cabecera para muchos de los acuerdos climáticos suscritos por los gobiernos y defendidos por organismos como la ONU. Desde comienzos de los años 90, estas métricas han servido como criterio de referencia para establecer objetivos de reducción de emisiones mediante pactos como el Protocolo de Kioto, la Cumbre de París, etc.
En 1990, las emisiones de GEI observadas en China suponían la cuarta parte del total registrado en los distintos países de la OCDE. Sin embargo, ese indicador ha crecido con fuerza desde entonces y, desde 2019, se sitúa por encima del dato para el conjunto de las economías desarrolladas, alcanzando los 14.090 millones de toneladas de CO2 equivalente.
Si agregamos el conjunto de las economías del globo, podemos ver que China suma el 27% del total, claramente por encima del 11% que supone Estados Unidos. India ha superado por primera vez a la Unión Europea, con el 6,6% de las emisiones totales de GEI.
El líder del régimen comunista chino, Xi Jinping, ha expresado públicamente su compromiso de alcanzar el “pico” de emisiones antes de 2030 y también se ha comprometido con el objetivo de lograr un escenario de neutralidad GEI en 2060. No obstante, las autoridades chinas también deslizan a menudo que muchos países de la OCDE presentaban una situación similar cuando su nivel de riqueza era similar al que hoy tiene el país asiático. Además, la crisis del coronavirus ha puesto de manifiesto la escasa fiabilidad de la información oficial ofrecida por Pequín.
De modo que no es de extrañar que la tensión geopolítica asociada a los objetivos climáticos haya ido a más, aunque solo el expresidente estadounidense Donald Trump haya actuado de forma más o menos decidida en este frente. Eso sí: desde que Joe Biden ha llegado a la Casa Blanca, estas tensiones se han relajado y Washington parece haber hecho suyo el reclamo de Xi Jinping, que insiste en que las economías avanzadas deben contribuir más a la reducción de las emisiones, por ser mercados más desarrollados.