Pronto la policía irlandesa dispondrá de amplios poderes para acceder a los móviles de las personas, introduciendo en el ordenamiento jurídico del país un nuevo delito: la negativa a entregar las claves de acceso.
Quienes no entreguen la clave de su móvil pueden ser condenados a hasta cinco años de prisión y a una multa de hasta 30.000 euros. Las penas máximas se aplican a lo que se considera los casos más graves, en los que se ha emitido una acusación y se ha celebrado un juicio ante un juez y un jurado.
Pero incluso aquellos que se nieguen a dar acceso a la policía a sus móviles en lo que se considerará casos menos graves también serán procesados y, si son condenados, tendrán que pagar una multa de hasta 5.000 euros y pasar hasta un año en la cárcel.
La ministra de Justicia irlandesa, Heather Humphreys, presentó el lunes el proyecto de ley, y quienes lo apoyan justifican la ampliación de los poderes policiales porque la delincuencia se ha trasladado a internet y porque los delincuentes recurren a los móviles para comunicarse.
Pero no se lo pierdan: la pandemia se cita expresamente como otra razón para introducir el nuevo delito, ya que se afirma que las aplicaciones de mensajería y otros canales de comunicación en línea se utilizan cada vez más para realizar transacciones de drogas al por menor entre particulares.
Los informes que precedieron a la presentación del proyecto de ley, que pretende consolidar muchas de las normas legales existentes que definen los facultades de la policía, no indicaban explícitamente en qué circunstancias la policía irlandesa estará autorizada a pedir a un ciudadano que entregue la clave de su móvil y, por tanto, renuncie a su intimidad, dado el tipo de información que se almacena hoy en día en los móviles.
Los juristas -siempre puntillosos- dicen que una persona que se niegue a facilitar los datos de acceso a su móvil tendría que ser sospechosa de obstruir una investigación sobre un delito, para ser condenada y multada.
Pero -como siempre- no está nada claro que el derecho de la policía a solicitar la clave se limite solo a los sospechosos. Es algo que se impondrá a todos, o dicho de otra manera, todos son sospechosos.