El organismo estima que no volverá al nivel de PIB per cápita de 2019 hasta el segundo trimestre de 2023. Y en ese momento, todavía quedará por recuperar todo lo perdido.
España será la potencia económica europea que más tiempo tardará en recuperarse de la crisis. O, al menos, en volver a los niveles de Producto Interior Bruto (PIB) per cápita previos al Covid. Pero no solo eso, sino que además será el segundo país avanzado del mundo al que más le costará.
La OCDE, en sus previsiones económicas mundiales, ha puesto de manifiesto esta negativa previsión, que es resultado directo del histórico desplome sufrido por la economía española. El Gobierno se centra ahora en resaltar que el rebote será muy intenso y uno de los más potentes del mundo. Y así es. Sin embargo, lo que añade la OCDE es que, a pesar de ese fuerte rebote, el país no volverá al nivel de PIB per cápita de 2019 hasta el segundo trimestre de 2023. Esto es, necesitará más de dos años desde el inicio de la pandemia, y después todavía quedará el reto de recuperar todo el crecimiento perdido.
La situación de España contrasta sobremanera con la de Alemania, país que ya en el tercer trimestre de este mismo año volverá a los niveles de 2019. Italia y Reino Unido lo harán en el segundo trimestre de 2022, esto es, un año antes que España, y Francia lo hará en el verano del próximo ejercicio.
A nivel global, como ya se ha apuntado, la comparativa no es mucho más positiva. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos estima que en el mundo hay 33 economías avanzadas, y la única que tardará más que España será Islandia. Todas las demás volverán antes a los niveles previos, incluido Portugal, Grecia o Bélgica.
El país más rápido en regresar al punto de partida es Lituania, que según los datos del organismo todavía dirigido por Ángel Gurría ya lo consiguió en los primeros meses del año. Irlanda, Corea y Estados Unidos están a punto de hacerlo, y Finlandia, Japón, Noruega, Polonia o Dinamarca lo harán en los próximos meses.
Los mayores problemas de España se enmarcan en un sensible incremento de las previsiones de crecimiento mundial, así como de la propia economía española. Ya la semana pasada, Gurría adelantó que el organismo mejoraba sus previsiones al 5,9% en 2021 y al 6,3% en 2022 para España. Y hoy se ha conocido que la Organización estima que el crecimiento mundial será del 5,8%, lo que supone “una fuerte revisión al alza respecto a la proyección de las Perspectivas Económicas de diciembre de 2020, que era del 4,2% para 2021″.
“Esta mejora se ha debido a la vacunación en muchas economías avanzadas, pero también al enorme estímulo fiscal en Estados Unidos. Se espera que el crecimiento del PIB mundial se sitúe en el 4,4% el próximo año, pero a finales de 2022 el ingreso mundial todavía seguirá siendo cerca de tres billones de dólares inferiores a lo previsto antes de la crisis. Tres billones de dólares equivalen aproximadamente al tamaño de la economía francesa”, desarrolla el organismo.
La señalada vacunación es, según Gurría, la mejor forma de acabar con el virus y de hacer que las economías crezcan con fuerza. Y a eso dedica la OCDE un comentario en el documento hoy publicado, subrayando las notables diferencias entre las economías desarrolladas y los países con menos capacidad económica.
“Los países que se han dado prisa en vacunar a su población contra la COVID-19 y que están logrando controlar las infecciones mediante estrategias de salud pública eficaces están registrando una recuperación económica más rápida. Las ofertas de empleo en Estados Unidos están repuntando, incluso en sectores como el turismo. Sin embargo, aunque las tasas de vacunación avanzan a buen ritmo en muchas economías avanzadas, los países pobres y emergentes se están quedando atrás. Mientras no estemos todos protegidos, nadie estará protegido”, sostiene.