Una patente demuestra que el Covid fue creado en 2018 por varias empresas

Bill Gates vacuna

Las vacunas, para Bill Gates, son una filantropía estratégica que le da un control dictatorial sobre la política de salud mundial.

Una patente fechada en noviembre de 2018 fue considerada como evidencia que prueba que DARPA, Big Pharma, Bill Gates y sus Overlords británicos estuvieron involucrados en el desarrollo del virus PCCh (Partido Comunista chino), también llamado coronavirus o covid-19, como arma biológica.

La patente de “CORONAVIRUS” concedida el 20 de noviembre de 2018 por la Oficina de Patentes de los Estados Unidos indicaba que el solicitante era THE PIRBRIGHT INSTITUTE (Woking, Pirbright, Gran Bretaña).

Pirbright, como se enumeraba en la patente, recibió subvenciones no solo de la “organización sin fines de lucro” Bill y Melinda Gates, sino también de Wellcome Trust, el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (Defra) y la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA), informó HumansAreFree.

El medio recordó que Wellcome Trust tiene un historial de suministro de botiquines llenos de vacunas experimentales para la 2ª Guerra de los Bóers británica, que llevó a cabo los primeros experimentos modernos de vacunas en campos de concentración que mataron a más de 60.000 negros y blancos.

Y lo que es más auspicioso, la fecha de presentación de la patente para su aprobación se remonta al 23 de enero de 2017. El examinador de patentes Bao Q. Li, dirigido por SERCO (Reino Unido), sólo tardó 17 meses en examinar la cuestión antes de conceder rápidamente la licencia.

La lista de socios y partes interesadas del Instituto también reseña que recibió financiación de varias agencias del Reino Unido, junto con la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), y sobre todo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La OMS fue criticada por su conformidad con el régimen chino durante los primeros días de la pandemia al restar importancia a la propagación del COVID-19 en el mundo. El último informe de la agencia, que afirmaba que la teoría de la fuga en el laboratorio era “extremadamente improbable”, también socavó su reputación ante el gobierno de Estados Unidos, que recientemente empezó a dudar de la versión de que el virus procedía de un mercado local de comercio de animales.

Esta patente para el coronavirus establece que “puede utilizarse como vacuna para tratar y/o prevenir una enfermedad, como la bronquitis infecciosa, en un sujeto”.

Al igual que la otra patente sobre la vacuna contra la peste porcina africana, también presentada por el Instituto Pirbright, parecería que el proyecto financiado por Bill Gate ya estaba preparando vacunas para la enfermedad aún por debutar.

Esto debería coincidir perfectamente con las acusaciones de que el Instituto de Virología de Wuhan realizó una investigación de ganancia de función con el coronavirus. Este tipo de investigación altera deliberadamente las características genéticas del virus para que sea más letal, infeccioso y transmisible entre especies y justifica que los datos del estudio ayuden a predecir posibles pandemias.

La hipótesis de que Gates debía tener algunas precauciones clave sobre la pandemia “planeada” de COVID-19 parece más plausible si se tiene en cuenta su charla en el Evento 201 que se produjo unos meses antes de la aparición definitiva en la provincia china de Wuhan.

En este evento durante el otoño de 2019, aunque Gates no mencionó nada relacionado con el coronavirus, introdujo el concepto de “asociaciones público-privadas” en lugar de una potencial pandemia mundial “para disminuir las consecuencias económicas y sociales a gran escala”.

“En los últimos años, el mundo ha visto un número creciente de eventos epidémicos, que ascienden a aproximadamente 200 eventos anuales”, explicaba un anuncio sobre el plan, según informó Humans Are Free. “Estos eventos van en aumento, y son perturbadores para la salud, las economías y la sociedad”.

BLes