El estado de Australia del Sur comenzó a utilizar a fines de agosto una aplicación de reconocimiento facial y geolocalización para asegurarse que las personas realicen la cuarentena sin salir de sus hogares.
Según informó ABC NEWS, el uso de este sistema de control y rastreo comenzó con las personas que volvían de sus viajes a los estados de Victoria y Nueva Gales del Sur, y el primer ministro, Steven Marshall, espera poder implementarlo para los que regresen de sus viajes al exterior del país.
Cabe señalar que actualmente, la gran mayoría de cuarentenas en Australia se están realizando en hoteles y no todos los que regresen a Australia del Sur que quieran hacer la cuarentena domiciliaria, podrán hacerla, ya que tendrán que solicitarlo a SA Health.
Deberán demostrar que están completamente vacunados y que disponen de un lugar para hacer la cuarentena y los que sean aprobados, podrán descargar la aplicación necesaria para realizar la cuarentena domiciliaria y ser controlados.
Marshall aseguró que la aplicación solo se usará para verificar que las personas estén en el lugar en el que dijeron que iban a realizar la cuarentena y que la información de la aplicación no será almacenada por el gobierno.
El control del cumplimiento de la cuarenta domiciliaria se realizará a través de contactar aleatoriamente a los que estén cumpliendo el encierro y se les pedirá que den una prueba de su ubicación actual en un lapso de 15 minutos.
En el caso de no poder verificar la ubicación de una persona o su identidad, la aplicación dará aviso a la policía para que vayan en persona a realizar dicha verificación.
Sobre esta modalidad de control habló con Fox News, Robert Carling, quien es investigador principal de economía del Centro de Estudios Independientes, y dijo que si bien es “orwelliano”, es una mejor opción que realizar la cuarentena en un hotel y vigilado por la policía.
También hizo hincapié en que los australianos odian estas cuarentenas hoteleras y estarán deseosos “de tomar cualquier forma de cuarentena domiciliaria en lugar de cuarentena hotelera”, que además la paga cada ciudadano australiano y tienen un costo de US $1.850.
Hay que destacar que Australia es uno de los países con más fuertes restricciones y los australianos no pueden salir del país desde marzo del 2020, salvo permisos especiales. Carling dijo que esta prohibición de salida del país es una “medida totalitaria, al estilo de Corea del Norte. Muchos otros países han tenido algún tipo de cuarentena obligatoria, pero no han tenido prohibiciones de salida”.
El gobierno australiano es muy estricto con el cumplimiento de las restricciones y hasta utilizan fuerzas militares para que la gente no salga de sus casas.
Entre fines de julio y principios de agosto, el gobierno australiano envió 300 soldados a las áreas más afectadas por el virus PCCh para evitar que la gente salga de sus casas más de una vez por día, como también para tocar las puertas de las personas que dieron positivo al virus y asegurarse que estén aislados.
El plan del gobierno es llegar al 80% de la población vacunada y de ahí en más eliminar la mayoría de las restricciones. Se espera que antes de fin de año logren este objetivo.
La incógnita es si realmente tener al 80% de la población vacunada asegurará que casi no haya propagación del virus, aunque pensando en el caso de Israel, donde tienen a más del 60% de la población vacunada con dos dosis y ya están aplicando la tercera, la cantidad de infectados sigue subiendo y se da principalmente entre los vacunados.